La
realidad de un niño nicaragüense sin
oportunidades.
Objetivo:
Conocer la realidad de nuestra niñez que vive en las calles o semáforos, y así
sensibilizar a nuestros semejantes.
La
pobreza, para quienes la sufren, se presenta en un paquete difícilmente
sintetizable de privaciones materiales, sociales y culturales. La pobreza es
una condición que degrada a quien la padece, hierre la autoestima y el espíritu
de lucha. La pobreza también es una expresión política, en tanto se asocia a la
falta de poder que tiene particularmente los grupos con carencias materiales.
El día 15 de octubre nos dimos a la tarea de recorrer algunos semáforos de la
capital para constatar la dura realidad a la que muchas veces los niños que no
tienen oportunidades económicas, sociales y una solida educación. Se ven
obligados a buscar las calles para la sobrevivencia tanto de ellos mismos como
de sus familiares.
Al
conversar con Luis, nombre ficticio, nos decía que él ve la necesidad de ir a
las afueras de los centros comerciales para pedir la ayuda de las personas que
frecuentan estos lugares, en esta ocasión se encontraba costado oeste del
centro comercial Metrocentro, según él nos comentaba la dura realidad a la que
día a día se somete, porque no es fácil sufrir en carne propia el rechazo que
muchas veces las personas le hacen. Pero es la realidad a la que se
ven sometidos los niños nicaragüenses que no cuentan con los recursos
necesarios para lograr las metas a las que todo ser humanos aspira, él abandono
sus estudios porque su familia es una familia muy pobre, su mirada triste y
profunda nos decía su realidad.
Siguiendo
nuestro camino en busca de esa realidad
que afrontan los niños desposeídos de nuestro país, específicamente de Managua,
pudimos captar por medio del lente de nuestra cámara las imágenes de Angelito
un nombre que le dimos por razones de seguridad a su integridad física y
humana.
Angelito
es un niño de 9 años, nos comentaba que él tiene un año de estar ganándose la
vida de esa manera con su hermanito Antonio otro nombre ficticio. Según ellos
es muy duro pasar de sol a sol en la calle, pero es la realidad a la que día a
día se someten, para llevar algo a sus casas y así sobrevivir.
Nos
cuestionamos ante tanta miseria, donde están verdaderamente las organizaciones
que dan protección a la niñez, una mamá decía no me tomen fotos porque después
las envían al ministerio de la familia y temo porque me quiten a mi niño
puntualizo.
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