miércoles, 19 de junio de 2013

Injusticia del Estado Nicaraguense con los Adultos Mayores


Injusticia del Estado con los Adultos Mayores.

Toda forma de retener injustamente el bien ajeno, aun que no contradiga, las disposiciones de la ley civil, es contraria al séptimo mandamiento.

Qué pena y rabia me da saber que hoy son esos viejitos, y mañana podemos ser nosotros quienes vamos  a ser atropellados. Lo  peor del caso es que luchan por algo justo, por lo que les costó sudor, donde dejaron sus fuerzas, juventud, hoy por reclamar sus deberes y derechos, les dan a cambio garrote. 

Desde el aspecto social, el séptimo mandamiento proscribe los actos de gobiernos, empresas, que por una u otra razón, egoísta o ideológica, mercantil o totalitariamente conducen al ser humano a vivir en miseria y deshumanizadamente, es notorio como nuestros ancianos  son menospreciados y ultrajados, me pregunto ante tantos atropellos donde queda la dignidad humana, o el vivir bonito, bien y sano es solo una farsa, cuando no se les restituyen verdaderamente sus derechos algo que se pregona a diario...  Es lo que hoy se pudo apreciar por algunos medios de comunicación que presentaron la dura realidad que viven los ancianos, el día anterior fueron unos guardas de seguridad que reprimieron a los ancianos , hoy fue la Policía “que es muy cercana a su pueblo” como querían reducirlos  a esos ancianos a través de la violencia, y algunos políticos  valiéndose de esa condición para sacar provecho para  su propia fuente y beneficio.

Teodoro Téllez.

Estudiante de Comunicación Social.
 
 

sábado, 15 de junio de 2013

Pánico se apodera de Estudiantes.




Al estar concluyendo, el segundo período de lecciones de Clases exactamente 11:34 de la mañana del día sábado 15 de Junio, sentimos un fuerte sismo, en ese momento el nerviosismo invadió los sentimientos de cada uno de los estudiantes de la Universidad Católica Redemptoris Máter (UNICA), algunos compañeros gritaban, otros corrían , por los espacios, se vivía momentos de desesperación y tensión, y yo no fui la acepción, a mis 32 años es primera experiencia que vivo de gran magnitud ya que vengo de un departamento donde no es usual sentir sismos de esa escala. Además de nosotros se apodero mas el miedo porque éramos uno de los grupos que estamos en el tercer piso, fuimos el último grupo en bajar. Una vez calmado me di a la tarea de conversar con algunos estudiantes de mi grupo, y manifestaban mucha conmoción, no es para menos son personas que vivieron el terremoto de 1972 , y recordar o revivir esos sentimientos con llevan a muchas escenas de dolor que se vivió para esa fecha.

No solamente se sintió en Nicaragua, en Costa Rica y El Salvador se sintió, pero en menor intensidad, esto lo corrobore porque en esos países tengo amistades e inmediatamente me llamarón, para saber que había ocurrido en el país.

No olvidemos que ante estos eventos de la Madre Naturaleza debemos prevalecer con mucha calma, serenidad, tranquilidad para así evitar  perdidas humanas.
 
Teodoro Téllez.
Estudiante de Comunicación Social. (Periodismo)

domingo, 2 de junio de 2013

Tu Palabra nos da Vida!


«Pero si obrando el bien soportáis el sufrimiento, esto es cosa bella ante Dios» (1 P 2, 20) .

El apóstol Pedro está instruyendo a sus comunidades sobre el espíritu genuino del Evangelio en sus aplicaciones concretas, con especial referencia a la condición y al estado de vida al que cada cual pertenece.

Aquí se dirige a los esclavos que se han convertido a la fe, quienes, como todos los esclavos en la sociedad de entonces, sufrían incomprensiones y maltratos completamente injustos. Es-tas palabras van dirigidas por extensión a todas las personas que en cualquier tiempo y lugar tienen que sufrir incomprensiones e injusticias por parte de sus prójimos, sean éstos Jefes  o iguales.

 

A estas personas el apóstol les recomienda que no cedan a la tentación instintiva que podría surgir en semejantes situaciones, sino que imiten el comportamiento de Jesús. Incluso los exhorta a responder con amor y a ver en esas dificultades e incomprensiones una gracia, es decir, una ocasión permitida por Dios para dar prueba del auténtico espíritu cristiano. Además de este modo, mediante el amor, podrán llevar hasta Cristo a quien no los comprende.

Algunas personas, partiendo de estas palabras o de otras similares, quisieran acusar al cristianismo de favorecer una excesiva sumisión, que adormecería las conciencias y las haría menos activas en la lucha contra las injusticias.

Pero no es así. Si Jesús nos pide que amemos a quienes no nos entienden y nos maltratan, no es porque quiera hacernos insensibles a las injusticias; ¡al contrario! Quiere enseñarnos cómo construir una sociedad verdaderamente justa. Esto se puede hacer difundiendo el espíritu del amor verdadero, empezando por ser nosotros los primeros en amar.

¿Cómo vivir, la Palabra  de Dios que da vida en  este mes que iniciamos?
También nosotros hoy podemos sentirnos incomprendidos y maltratados de muchos modos, empezando por la falta de delicadeza y los desprecios o también mediante juicios malévolos, ingratitudes, ofensas e injusticias en toda regla.

Pues bien: incluso en todas estas ocasiones debemos dar testimonio del amor que Jesús trajo a la tierra y tuvo por todos, es decir, también por quienes nos tratan mal.

La Palabra de Dios quiere que, aun defendiendo legítimamente la justicia y la verdad, no olvidemos nunca que nuestro primer deber como cristianos es amar al otro, es decir, tener con él esa actitud nueva de comprensión, acogida y misericordia que Jesús tuvo con nosotros. De este modo, incluso aunque defendamos nuestras razones, nunca romperemos la relación, no cederemos a la tentación del resentimiento o de la venganza.

Y actuando así, como instrumentos del amor de Jesús, también nosotros seremos capaces de llevar a nuestro prójimo hasta Dios.

 

¡Deus Caritas est!