En los últimos años, el fenómeno de la migración es más latente,
este se ha convertido en una forma y alternativa de supervivencia para la
población nicaragüense, muchas son las personas que migran hacia Costa Rica, y
en la actualidad Panamá, se está convirtiendo un lugar muy buscado por nuestros
compatriotas para ir a trabajar.
Cuando viví en Costa Rica, y ejercía mi trabajo de acción y
proyección pastoral, me dí cuenta sobre las condiciones que viven nuestros
hermanos nicaragüenses, por ejemplo convivir diez personas en espacios muy
reducidos, esto deja en evidencia el alto grado de vulnerabilidad a lo que se
ven sometidos por no encontrar un espacio de trabajo en su patria.
Ante ello el fenómeno de la migración considero no puede pasar
desapercibido para el ser humano, debemos ser gestores y constructores de
ideales para tener una sociedad más justa y equitativa. Solo debemos entender a
nuestros hermanos, sean nicaragüenses, o del mundo entero, que al migrar piden
a gritos en silencios ser auxiliados y escuchados, ya que no se van porque
anhelan dejar su patria, simplemente abandonan su familia y patria por un
futuro mejor.
Con este pequeño escrito quiero motivar e invitar a la
reflexión, sobre esta problemática de la cual no podemos seguir siendo
indiferentes. Un hermano que emigra quizá lo hace por los siguientes motivos:
Trabajo
Dignidad
Pan.
Dignidad
Pan.
La manifestación migratoria, no es un evento estático, es una
realidad con rostro humano, donde se evidencian cicatrices, sufrimientos,
frustración, dolor y sueños no cumplidos, partiendo de esas premisas es que hoy
me dí a la tarea de redactar esta breve reflexión, sabiendo que muchas personas
que migran son personas del campo, y que al llegar a Managua para realizar sus
trámites migratorios, son muchas veces discriminados, lo hago propio porque
igual soy una persona de origen campesino y con orgullo, de igual manera en un
determinado momento fui emigrante, y sufrí los estigmas de vivir como
extranjero.
Vivimos en un mundo donde se crean mercados comunes y libres,
pero se rechaza al emigrante con la construcción de barreras (Muros), cierre de
fronteras y la prohibición de libre movilidad, un fenómeno que sucedió mucho en
el año 2016, en nuestra patria con nuestros hermanos cubanos y Haitianos.