Según fuentes históricas, en la segunda mitad del siglo XX, Nicaragua había
sido intervenida militarmente por los marines del gobierno de los Estados
Unidos.
Como es del conocimiento de todos, Estados Unidos casi siempre ha
intervenido, directamente en los asuntos políticos, económicos, sociales y
culturales de las naciones, Nicaragua ha sido uno de esos Estados, que se ha
visto influenciado por Estados Unidos de Norteamérica.
En la intervención de Estados Unidos, hacia Nicaragua se ve de manifiesto
como estos querían intimidar y controlar a los partidos Políticos con el fin y
propósito de llevar al poder a una persona idónea y afines a sus ideales
políticos – Expansiónales y de explotación.
Ante esta pretensiones de Estados
Unidos, hacia la nación, surge la defensa de un general quizá pequeño en
estatura, pero gigante en conciencia patriótica, y apoyando por un ejercito de
campesinos, este no estaba dispuesto a permitir el sometimiento de su libre y
soberana Nación, ese hombre era Augusto C. Sandino.
En Enero de 1925, los liberales ganan los comicios electorales, la fórmula
ganadora fue Carlos Solórzano Presidente – Juan Bautista Sacasa Vicepresidente.
Sacasa fue exiliado al extranjero por ello el congreso Nicaragüense nombró a
Emiliano Chamorro como presidente provisional quien asumió en Enero de 1926.
Los Liberales exiliados en México, liderados or Sacasa, comenzaron a
organizarse para reformar al pais, y reformar la presidencia que les
correspondía constitucionalmente.
El general Moncada era el jefe militar de la expedición liberal, habían
desembarcado en la ciudad de Puerto Cabeza.
Estados Unidos, desde antes de la llegada de los liberales a Puerto Cabeza
había enviado barcos de guerra a las Costas Nicaragüenses, con el argumento de
velar por la vida y bienes de los ciudadanos estadounidenses residentes en
Nicaragua.
Quien lidiaba al grupo militar estadounidenses convocó ha ambos ha ambos
bandos para tratar según èl poner fin al conflicto.
Ante este planteamiento los conservadores arreglaron la renuncia de
Chamorro con tal de recibir de ayuda de Estados Unidos.
Pero Estados Unidos no la aceptó por sus tendencias de ser un presidente
golpista y según tratados internacionales. Ante esto, Estados Unidos nombró
Presidente a Aldo Díaz, este resulto ser el títere perfecto para las
pretensiones Estadounidenses.
Estados Unidos ya había reconocido a Adolfo Díaz como presidente oficial de
Nicaragua, más sin embargo, negaba que la presencia de sus barcos fuesen para
participar en el conflicto nicaragüense.
A pesar de ello, el 24 de Diciembre de 1926, las tropas de marines
desembarcan en Puerto Cabezas, base de operaciones liberales, y la declaran
zona neutral, lo que implicaba desarmar o sacar a soldados liberales armados.
Quizás ese fue el síntoma definitivo de intervención Norteamericana.
Otro pretexto norteamericano para justificar su intervención militar, era
que según ellos, es que el gobierno Mexicano, al que acusaban de procomunismo,
pretendía enviar tropas a Nicaragua frecuentemente participaban directamente e
indirectamente a favor de los conservadores, tanto así que sus aviones
bombardearon la ciudad de Chinandega que había sido tomada por tropas
liberales, ante este hecho, el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica
aseguró al mundo que los aviadores habían actuado bajo su propia voluntad, y no
por ordenes oficiales.
Con el pacto firmado por Moncada, se puso fin a la guerra
constitucionalista y aceptaba la permanencia de los marines norteamericanos en
suelo nicaragüense.
La prensa norteamericana anunciaba el fin de la guerra en Nicaragua, y que
ya todos los jefes liberales se habían desarmados, excepto uno llamado Sandino.
Sandino en su primer intento de combate fue derrotado, gracias a la
intervención Estadounidense.
Los marines Estadounidenses, menospreciaban a Sandino y su tropa,
comenzaron a actuar para derrocarlo.
El gobierno norteamericano argumentaba que su permanencia en Nicaragua era
para garantizar unas elecciones limpias y sin contratiempo.
La guerra declarada por Sandino llegó a ser tan efectiva que Estados Unidos
empezó a enviar más marines de refuerzo,
armamento y aviones de guerra.
Otra forma de intervención fue de intervención fue el reclutamiento para
formar a un ejecito local dirigido por oficiales norteamericanos, que después
sería conocido como la Guardia Nacional.
Las autoridades militares estadounidenses preguntaron a Sandino sus
condiciones para abandonar la lucha, de inmediato Sandino propuso tres puntos:
1) Retiro de las tropas invasoras.
2) La sustitución de Adolfo Díaz por un ciudadano no
candidato a la presidencia.
3) Las elecciones deberían ser vigiladas por representantes
fueran Latinoamericanos y no por los marines norteamericano. Al ser
inconcebibles estos puntos para el gobierno Estadounidenses, la lucha tuvo que
proseguir.
Juan Bautista Sacasa sube a la presidencia, el último
soldado Estadounidense, salió del país, sin haber logrado el objetivo.
Ante este acontecimiento, sin más razones para la guerra,
Sacasa declara una amnistía y entrega tierras a Sandino y sus tropas en la
región Segoviana.
Sandino fue a casa del presidente Sacasa para arreglar un
compromiso de ese hostilidades, una vez que salió de dicho acontecimiento, fue
interceptado por soldados de la guardia nacional de esta manera culminó su
lucha por lograr una Nicaragua libre de intervenciones Norteamericanas.