jueves, 28 de febrero de 2013

Igualdad de Genero!

En la actualidad hay muchas cosas que denigran a la mujer, por lo cual es necesario que se le respete y sobre todo se le respeten sus derechos. También considero a criterio propio es importante que el Estado garantice la igualdad entre hombres y mujeres, lo cual debe iniciarse desde que somos pequeños en nuestras escuelas, donde se brinde un trato equitativo, sin ninguna clase de distinción. Qué es sexo? Conjunto de características, biológicas, hormonales, fisiológicas y genéticas que diferencian al hombre y a la mujer. Qué es género? Conjunto de valores, actitudes, costumbres y comportamientos que una cultura atribuye a hombres y mujeres. En este sentido, podría decirse que con la teoría sexo – género se intenta explicar los procesos mediante los cuales se adscribe la identidad de género en función de sexo. Con el concepto de género, se rompe el sistema de creencias que deposita en la biología, la causa de las diferencias conductuales entre hombres y mujeres. Como lo exprese en las definiciones anteriores. En nuestra cultura, ha sido dominante la idea del sexo como sinónimo de género así las conductas socialmente aprendidas son vistas como naturales, esenciales e imposibles de cambiar. De esta interpretación se derivan los estereotipos sexuales. Algunos ejemplos de conductas socialmente aprendidas pero consideradas como “naturales” o biológicamente determinadas para los hombres y las mujeres son: Hombre: Fuerte, dominante, conquistador, independiente, no llora, racional, duro, individualista, profundo, enérgico, agresivo, desordenado. Mujer: Vulnerable, dependiente, coqueta, necesita protección, llora con facilidad, intuitiva, delicada, dedicada a los demás, vana, compasiva, amorosa, ordenada. Estas características son interpretadas como naturales por fuerza social con que son impuestas en nuestra cultura. Aún antes del nacimiento, las expectativas del padre, la madre y todo el grupo familiar varían dependiendo del sexo supuesto de quien va a nacer. Se presenta además, por lo general, una preparación diferencial del ambiente los colores y el tipo de ropa, los juguetes y los accesorios. La identidad de género se adquiere, por lo tanto, por la experiencia de vivir desde el nacimiento con las expectativas, ritos y costumbres que la cultura considera apropiados para el comportamiento masculino y femenino. El aprendizaje no sólo se lleva a cabo en el grupo familiar, sino que es promovido, también, en el sistema educativo, la publicidad, los mitos y la literatura. Nuestra identidad, como hombres o como mujeres, es alcanzada por medio de un proceso de aprendizaje de lo que es prohibido, obligado o permitido de acuerdo con el sexo, que nos garantiza la aprobación social necesaria para lograr el sentimiento de pertenencia a al cultura en que nacemos, crecemos y nos desarrollamos. Le pondré de ejemplo la experiencia de un niño y una niña de cinco años. Ambos reciben mensajes implícitos acerca de lo que es apropiado o no. Así, la niña será estimulada si juega con muñecas y muestra un comportamiento dócil y apacible, pero podrá ser sancionada o reprobada si juega con juguetes considerados, tradicionalmente, masculinos tales como: motos, soldados y pistolas o bien, muestra un comportamiento “rudo” y agresivo. En forma diferente, el niño recibirá aprobación en la medida que su conducta se aleje o se distancie de todo lo considerado femenino: jugar con muñecas, llorar o mostrar debilidad frente a otros niños. Aún el contacto afectivo y el apego con la madre, también podrán verse como peligroso y se le castigará o burlará por ello. Por ejemplo, el uso de palabras peyorativas como “mamita” le indican cómo debe comportarse un hombre en nuestra cultura. Por el contrario, las conductas agresivas, de poder dominio frente a otros niños, suele se aceptadas por todos quienes viven a su alrededor. Además de la exigencia para un comportamiento diferencial por el sexo, el sistema socio – cultural establece, también, una valoración distinta y jerárquica para las características supuestamente femeninas y masculinas. De este modo, la racionalidad es más valorada que la intuición, la independencia, el mundo del trabajo público al mundo doméstico y el dominio ala habilidad de cuido y atención de otros. Es decir las particularidades, típicamente, masculinas son consideradas superiores y esenciales para el éxito personal, el desarrollo cultural, científico y tecnológico y, por tanto, para el mejoramiento de las condiciones de un país. En este sentido dado que las características femeninas y masculinas son interpretadas como naturales, también se considera natural la situación de privilegio de los hombres en el campo social, político y económico. El determinismo biológico oculta la raíz social de la desigualdad y la discriminación de las mujeres en nuestra cultura nicaragüense que esta marcada por un machismo muy arraigado que me atrevería a decir es de índole patriarcal. En el proceso de adquisición del género, también se aprende a exhibir, tolerar o inhibir la conducta violenta. En forma general, la sociedad promueve en los varones, la exhibición de conductas violentas y, en las mujeres su exhibición; aunque en forma específica, existen seres humanos que se salen de la norma social y encontramos por tanto, mujeres con conductas agresivas y hombres con la habilidad para cuidar de personas más vulnerables, “suaves” e interdependientes. La teoría del aprendizaje social contribuye, en forma específica, con la explicación de los factores por medio de los cuales las personas aprenden a exhibir o inhibir el comportamiento agresivo “en determinadas situaciones” y el por qué existen diferencias sexuales en su manifestación. Una conducta agresiva dependerá, entre otras cosas, de los siguientes elementos: a) La intensidad de la motivación para herir o lastimar a otros. b) El grado de frustración frente al ambiente. Es decir, la presencia de acontecimientos que bloquean el logro de las metas personales, incluyéndose, también, los sentimientos de impotencia que impiden la persecución de objetivos importantes. Antiguamente se pensaba que este era el factor principal que causaba la agresión. Ahora, sin embargo, se le ve únicamente como un elemento contribuyente y que por sí solo no explica la aparición de tal conducta. Específicamente podríamos examinar la frustración y la impotencia que sienten las mujeres, amas de casa u obreras, esto no las lleva a golpear, violar o herir a sus esposos. c) La intensidad y frecuencia de recompensas hacia la conducta agresiva. La tolerancia de la misma, por parte de otras personas, también se interpreta como recompensa a la violencia. En nuestra cultura, los varones somos más estimulados en contraste con las mujeres a exhibir este tipo de comportamientos. El boxeo…un ejemplo de ellos… d) La observación e imitación de “modelos agresivos”. Ejemplo, los hijos varones de padres que golpean a sus esposas, tienen una probabilidad mayor, cuando adultos, de abusar de sus parejas que los niños criados en hogares sin violencia. De igual manera, la agresión recibida también actúa como modelo para responder a situaciones conflictivas. Los modelos pueden ser de la vida real, del cine o la televisión. e) La cantidad de culpa o censura asociada a la expresión de los violentos. Otro ejemplo de la desigual que hondura que existe entre géneros es: Los hombres casados se consideran como propietarios de sus esposas e hijos (as). Por su experiencia de vivir desde el nacimiento en nuestra cultura, el niño aprende que los padres tienen poder y control frente a sus madres. Por ejemplo, ellas complacen, sirven, pueden pedirles permiso para salir, estudiar o trabajar y necesitan de la aprobación masculina para tomar decisiones. En nuestro país, el uso del apellido del esposo es común “Sra. De Z, es claro ejemplo de la concepción de las mujeres como propiedad masculina. Esta idea es reforzada en su contacto con otras familias, en la escuela y en la televisión. De igual manera, los hijos y particularmente, las hijas son considerados propiedad paterna y es común escuchar argumentos de padres incestuosos tales como “primero mía y después de otro” o como una vez decía un hombre encarcelado en México por tal delito: “yo no se porque estoy preso si yo no he hecho nada malo, no he robado, no he matado, no le he hecho nada malo a nadie. Mis hijas son mías y nadie tiene que meterse” En los últimos años he vivido momentos en los que he tenido que escuchar algunos comentarios como el siguiente: Los hombres no deben expresan sentimientos asociados con su vulnerabilidad. El llanto, la ternura, el temor y la tristeza, propios de la condición humana, para mí desde mi visión de cristiano. He visto también como a veces los hombres somos inhibidos en nuestra expresión. Y lo que veo en esto es que al no tener contacto con ellos (sentimientos) estos pueden ser desvalorizados y nos lleva a no entender cuando estos son expresados por otras personas. Algunos conceptos erróneos acerca de nuestra masculinidad: Los hombres no deben llorar”, “nosotros no deberíamos sentir ninguna clase de emociones”” existen sentimientos masculinos y sentimientos femeninos” “ los sentimientos son insalubres y demuestran debilidad”, “ expresar los sentimientos es infantil”, “ los adultos superan su necesidad de llorar”, “ las mujeres tienen libre acceso a sus sentimientos, los hombres no”, la lógica es masculina, los sentimientos son femeninos”, los sentimientos significan que está fuera de control. Bien la vinculación entres sexo y emociones. El contacto afectivo suele verse como propio de la condición femenina e inhibirse, de esta manera, en los hombres. La prohibición al contacto físico entre hombres (incluido el padre) y la temprana separación e inhibición de éste con la madre, posibilitan la creencia de que la expresión del afecto solo es posible por medio del contacto sexual. Los hombres que hemos sido socializados con este mensaje tenemos mayores probabilidades de interpretar el acercamiento afectivo de las mujeres, las niñas y los niños como una invitación al sexo.
LA MISIÓN DE SAN JOSÉ EN LA VIDA DE CRISTO Y DE LA IGLESIA. TEODORO JOSÉ ZAMORA TÉLLEZ. Resumen. Es imposible tener una convicción, profunda y autentica sobre Cristo y la iglesia, si antes no hemos entrado en la dinámica de conocer a profundidad sobre la virtud y la simplicidad de su glorioso Padre Señor San José. Ya que podemos afirmar con gran certeza que la teología de San José se encierra en dos títulos fundamentales es el esposo de María y el padre virginal de Jesús. La misión de San José en la vida de Cristo y de la iglesia es muy fundamental para todo cristiano, que San José renueve en cada uno de nosotros la intensidad de la oración, porque solo a si podemos prefigurarnos a la figura de este gran Santo, atreves de la oración que fue lo que hizo él, orar mucho para resistir ante las adversidades de la vida, y para poder vencer cada obstáculo que se le presentaba en su vida familiar y ordinaria, también a si hoy la iglesia debe tomar ese impulso que la lleve a alcanzar y adquirir una renovada actualidad para saber salir de si e irse al mundo donde verdaderamente hay necesidad que se les anuncie el reino de Dios. El Concilio Vaticano ll ha sensibilizado de nuevo a todos hacia “las grandes cosas de Dios”, hacia la “economía de la salvación” de la que el glorioso Patriarca Señor San José fue Ministro particular. Entonces por lo tanto, debemos encomendarnos, a la protección de aquel a quien Dios mismo “confió la custodia de sus tesoros más preciosos y más grandes. Aprendamos al mismo tiempo de él a servir en la obra salvadora y redentora a través del anuncio de la Buena Nueva de Salvación. Ojalá podamos cada uno de nosotros tomar a San José como modelo y maestro en la misión salvífica de Cristo, tarea que nos compete a todos los cristianos y bautizados e injertados en la vida y misión de la Iglesia especialmente a: los esposos, a los padres, a aquellos que viven del trabajo de sus manos o de cualquier tipo de trabajo, a los que son llamados a la vida contemplativa, a los llamados al apostolado. Efectivamente la grandeza de San José estriba en eso, ser el padre putativo de Jesús, y de a sumir esa figura de padre. Acoger con naturalidad y sencillez, el llevar en sus brazos al niño Jesús, en cierto modo me atrevería a decir que San José es parte integral del misterio de la Encarnación. No cabe duda alguna que san José era de alguna manera, necesario en ese orden. Debo resaltar el punto anterior, “San José no participó físicamente en todo el misterio de la Encarnación, pero si participó totalmente al ofrecer su vida como sacrificio para el cuido, servicio, provisión y protección del niño Jesús y María, como bien se dice de él que fue el custodio fiel de Jesús y es por eso que en este tema se aborda el papel esencial de San José en la vida de Cristo y de la iglesia, ya que es un tema trascendente para la vida de cada cristiano que esta llamado a conocer la figura y el papel del santo del silencio, y lo que debe significar para la vida misionera de la Iglesia. Que el varón justo, que lleva consigo todo el patrimonio de la Antigua Alianza, ha sido también introducido en el “comienzo” de la nueva y eterna Alianza de Jesucristo. Como sabemos, al reflexionar sobre la participación del esposo de María en el misterio Divino consentirá a la Iglesia, en camino hacia el futuro junto con la humanidad, o sea encontrar continuamente su identidad en el ámbito del designio del redentor, que tiene el fundamento el Misterio de la Encarnación Que sea él, el que nos indique el camino de la alianza salvífica, y que en pleno siglo XXI pueda desarrollarse la plenitud de los tiempos, que es propia del misterio inefable de la Encarnación del Verbo. Introducción. Actualmente todavía hay quienes se preguntan si se puede hablar teológicamente de San José. Tanto más que el Evangelio es muy parco cuando se trata del esposo de María y padre singular de Cristo. Hace ya algún tiempo E. Hello escribió: “…el Evangelio, tan sobrio siempre en palabras, es más sobrio aún en que de costumbre al hablar de San José. Diríase que este hombre, en vuelto en el silencio, inspira silencio…Donde él está reina el silencio”. Pienso que es verdad, pues San José fue elegido para ser sombra que ocultara el misterio de la Encarnación. ¡Qué misión tan especial la de San José, tan extraña! El arcángel fue el mensajero; la Virgen María, la mujer en cuyo vientre el verbo se hace hombre; los apóstoles. Los pregoneros del Evangelio; y San José, el misterioso San José, fue la sombra, que oculta discretamente, la sombra que recata, la sombra que estimula a buscar ángulos propicios para encontrar cierta luz en el misterio. San José, la sombra que no llama la atención, sombra luminosa y magnifica, sombra bellísima y misteriosa también. Y a pesar de ello, o tal vez por ello, San José es un santo de excelencia. Quienes nada encuentren en esta sombra es que no tienen, o han perdido, la capacidad para captar un misterio. La única forma de hablar teológicamente de San José, es partir del Evangelio. Cuando el Verbo se hace hombre se inserta en el tiempo y en la historia porque no hay historia sin tiempo y el hombre es tiempo. Y Dios en el tiempo y en la historia se somete porque a si lo quiso a ciertas condiciones puramente humanas. Si Dios se comunica al hombre es para hacerlo participar de su naturaleza divina. El Vaticano II dice: “el hijo de Dios marchó por los caminos de la verdadera encarnación para hacer a los hombres participes de la naturaleza divina”. Esto es un hecho. Para tal fin el Verbo se hace hombre. Y ese hecho histórico conecta al hombre con la historicidad salvífica. Porque nuestra salvación del hecho de la existencia de Jesús. Aquí aparece lo extraordinario: nuestra salvación depende de un acontecimiento histórico, y por lo mismo, con determinadas circunstancias, por ejemplo, de tiempo y de lugar. Entonces es un hecho contingente pues que no necesariamente tuvo que ser como fue. El Verbo se hace hombre y se inserta en el tiempo y en la historia. El hijo del hombre tuvo una madre espiritual y biológica – María – y un padre espiritual, pero no biológico – José –. Por tanto, María y José entran en el plan de la Encarnación del Verbo y en la redención. José, pues, tiene una relación íntima y especial con Cristo, con María y con la Iglesia es por eso que a través de este ensayo trataré de abordar esa relación cercana de San José, en la vida de Cristo y la misión fundamental en su Iglesia. Muchos cristianos a lo largo de los siglos, conscientes de la misión excepcional de San José en la vida de Jesús, de María y de la iglesia, han buscado en la historia del pueblo hebreo hechos e imágenes que prefiguran al esposo virginal de María, pues como vemos en el Antiguo Testamento anuncia al nuevo numerosos padres de la iglesia han visto un anuncio profético en el personaje del mismo nombre, hijo del Patriarca Jacob. El papa Pio x, al proclamar a San José Patrono de la iglesia universal, recogía estos testimonios Antiguos. También la liturgia muestra este mismo paralelismo. No solo tenía el mismo nombre, sino que también es posible encontrar en ellos virtudes y actitudes en una sola vida entretejida de pruebas y alegrías, de grandes coincidencias. José, hijo de Jacob, y el esposo virginal de María, por una serie de circunstancias providenciales, fueron a Egipto: el primero, perseguido por sus hermanos y entregado por envidia como se puede deducir que de aquí prefigura la traición que se habría cometer con Cristo; el segundo huye de Herodes para buscar como salvar a Aquel que sería el autor de la salvación del género humano. José, el hijo de Jacob, recibió de parte de Dios el don de interpretar los sueños del faraón, siendo así advertido de lo que sucedería mas tarde. San José el glorioso patriarca recibió también en sueños los mensajes de parte de Dios. “San Bernardo señala a Aquel que le fue dada la inteligencia de misterios de los sueños; este se refiere a San José mereció conocer y participar de los misterios soberanos”, es por eso que san José es una figura muy esencial y fundamental en la vida de Aquel que se dignó hacerse hombre. Por lo tanto, la figura de san José en la vida y misión de la iglesia debe ser muy trascendental. Si podemos apreciar, pareciera ser como si los sueños del primero, aunque verificados en su persona, hubieran tenido la plena realización en el segundo. José también tuvo otros sueños que contó a sus hermanos y les dijo: “…Estábamos nosotros en el campo atando gavillas y vi que se levantaba mi gavilla y se ponía de pie, y las de ustedes la rodeaban y se inclinaban ante la mía, adorándola…Tuvo José otro sueño, que contó también a sus hermanos, diciéndoles: …He visto que el sol, la luna y once estrellas me adoraban”. Cada uno de estos sueños se cumplió cuando Jacob, su padre, se trasladó a Egipto con toda su familia y se prosternó efectivamente ante José, convertido en el virrey del país. Pero, a la vez, podemos pensar que sus sueños prefiguraban el misterio que ocurriría, en la casa de Nazaret, en la que Jesús, sol de justicia, y María, alabada en la liturgia como una brillante luna blanca y bella, se sometería a la autoridad del jefe de la familia, y cuando tantos cristianos acudiesen a él con devoción a solicitar toda clase de ayudas. Podemos verificar, el primer José obtuvo la confianza y el favor del faraón y se convirtió en intendente de los graneros de Egipto, y cuando el hambre asolaba los pueblos vecinos y acudían al faraón en demanda de trigo, para subsistir, este les decía: vayan a José y hagan lo que él les diga. Cuando el hambre cubrió toda la tierra, José abrió los graneros y repartió raciones a los Egipcios…y de todos los países venían a comprar a José, porque el hambre arreciaba en todas partes. Ahora que también el hambre asola la tierra – pero principalmente un hambre de doctrina, evangelización, misión, donde cada uno de los miembros que estamos comprometidos en la labor de ser portadores de la buena noticia, debemos expresarnos y entregarnos con amor, paciencia, sin medidas y desprendimiento total como lo hizo san José a pesar de todas las tristezas que le trajo al darse cuenta que María estaba embarazada, es por eso que la santa Madre Iglesia nos recomienda vayan a José, ante tantas necesidades que acaecemos cada uno de los cristianos debemos acudir al Santo Patriarca de Nazaret. Como sabemos en nuestra vida tenemos momentos de grandes indecisiones, de incertidumbres, de necesidades muy urgentes es allí entonces donde no debemos perder el sentido de nuestras vidas y vocación a la que hemos sido llamados, a acudir a san José como el modelo de vida, sencilla, humilde, paciente capaz de asumir el papel de ser padre del salvador del mundo. Jesús, hoy en día nos diría acudan a José porque él tuvo la valentía y misión tan grande de cuidar de MÍ y de mi Madre en nuestras necesidades corporales, fue el varón justo el que amparó, la vida de Jesús y de María en los momentos más difíciles, y me atrevería a decir que Jesús diría también, José continuará cuidando de cada uno de sus miembros, los marginados, los hombres y mujeres necesitados del amor de Dios. Desarrollo. Predestinación de San José en el misterio de Cristo. San José fue predestinado para ser en el tiempo padre de Cristo y esposo de María. Antes de adentrarnos en este aspecto importantísimo de la vida de San José es necesario que tengamos bien claro y que nos preguntemos. ¿Qué es predestinación? La predestinación es la elección previa que Dios le había hecho a San José, el plan que Dios había preparado para que por medio del servicio de San José se cumpliera con el tiempo lo que tenía que cumplirse en la historia de la salvación. Sabemos perfectamente que en nuestro lenguaje, cuando nos referimos a Dios es antropomórfico. No tenemos otro. Al hablar de predestinación se hace por analogía con nuestro modo de actuar, por ejemplo cuando realizamos algo, primero pensamos, y buscamos los medios más adecuados, o sea determinamos la acción y después la realizamos. Así, pienso y creo que Dios en su infinita eternidad concibe un plan y proyecto que lo realiza en el tiempo para bien del hombre. Se podría decir que este plan o propósito en la Biblia es llamado designio benévolo, nos podríamos interrogar ¿Por qué benévolo? Porque es concedido por la gracia de Dios. Las gracias que Dios concede son tan solo para los elegidos, a los que él conoce de antemano. Se podría afirmar que es un acto de amor, de amor porque él se fija en cada ser humano y el mismo lo dota y capacita de dones y carismas para cumplir su función y misión, por ejemplo los maestros, padres de familias, doctores, sacerdotes, cada uno de estos miembros son llamados y elegidos por Dios como San José, para que desempeñen con amor y valentía su misión y tarea a los que son asignados. Para uno de los grandes santos padres de la iglesia, me refiero a San Agustín, la predestinación. Es la presencia y preparación de las gracias de Dios con las que con toda certeza se salvan los que se salvan. Y para Santo Tomás, la predestinación es “cierta pre ordenación de Dios desde la eternidad de todo lo que por su gracia se ha de realizar en el tiempo. Todo esto me ha llevado a reafirmar que San José fue predestinado para ser el padre singular de Cristo y el esposo de María”. Por lo tanto, San José tiene relación íntima con la Encarnación. De a aquí puedo deducir ante todo, que fue necesario el misterio de José para introducir al Hijo de Dios en el mundo, ya que se requería que fuera posible la vida escondida de Cristo; posible, digo con la posibilidad que implica la decencia y el decoro si quitamos la vida escondida, el misterio de la encarnación, habría perdido su nota característica. San José estuvo comprendido en el designio eterno de la Encarnación del Verbo como estuvo necesariamente comprendida. Con necesidad hipotética la Virgen María como madre de Dios. Se puede decir entonces que al determinar Dios la Encarnación también determinó la maternidad divina de María, se aprecia a grandes rasgos que la maternidad en cierto modo dependía de José, porque la madre de Dios hombre tenía que ser virgen y esposa. Es por eso que Dios escogió a María. Ojalá hoy en día cada cristiano tuviera bien claro y definido a qué Dios le esta llamando, ya que todos los seres humanos estamos llamados a colaborar en la obra evangelizadora, como San José que recibió ese llamado especial de ser el padre putativo de Jesús, aunque a veces es muy dura y difícil la terea que nos compete especialmente cuando no tenemos un corazón abierto y dispuesto como lo tuvo el glorioso patriarca señor San José. No somos capaces de enfrentar nuestras propias cruces y realidades y debemos tener mas presente hoy día nuestra labor de verdaderos y auténticos cristianos en mundo dividido por el odio, la violencia, la perdida de valores, el maltrato, la discriminación, el sin sentido de la vida, la globalización. Es en estos precisos momentos y en pleno siglo XXI donde debemos tener presente la figura de este santo, que fue esencialmente un hombre justo y de noble corazón respondiendo aun en los sinsabores que se le presentaron en su vida cotidiana, se necesita hombres y mujeres capaces de ver y enseñar como José, los caminos divinos, ocultos y luminosos que se nos presentan, partiendo y diciendo a los hombres que podemos, en la tierra, tener de continuo una eficacia y una espiritualidad extraordinaria como la de José que fue la que lo llevó a vivir plenamente su propia vocación y a la que fue encomendada. San José en la obra salvífica de la Iglesia. Sabemos, por las epístolas paulinas, que la Iglesia es el cuerpo de Cristo, por lo tanto, San José, fue y con razón sigue siendo partícipe en la obra salvífica que la Iglesia ejecuta cada vez en su peregrinar por este mundo. Y esto es evidente cuando el Vaticano ll repite esta misma doctrina, por ejemplo, en la encíclica Lumen Gentium: “El mismo Cristo, conforta constantemente su cuerpo, que es la iglesia, con los dones de los misterios. Cristo ama y colma de bienes divinos a la Iglesia, que es su cuerpo y su plenitud”. La Iglesia es Cristo a través del tiempo y de la historia; es su prolongación para dar a toda la humanidad (Iglesia), la seguridad de la gracia y de auxiliarnos a fin de que lleguemos a la plenitud consumada de la gloria ya en Él, porque envió sobre sus discípulos al Espíritu Santo Vivificador y con él hizo a su cuerpo, que es la Iglesia, sacramento universal de salvación. Entonces, si San José estuvo asociado tan íntima y personalmente con Cristo en el misterio de la Encarnación y redención, es lógico pensar que esa relación tiene que darse en la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo. Como podemos apreciar con la Encarnación del Verbo, José quedó sumamente incorporado a la economía de la salvación y por lo tanto él consagró su vida al servicio de Jesús salvador. Ahora bien, si Cristo es la salvación, José custodió la “salvación” para nuestra propia salvación. Es por ello que he dejado este espacio para tratar un poco sobre el papel esencial de San José en la misión de Cristo y de su Iglesia, ya que todo esto nos remite y nos debe interpelar a cada uno de nosotros como Iglesia qué es lo que hemos hecho, puesto que hoy nuestra Iglesia está llamada a repensar y replantear profundamente su tarea; y así relanzar con fidelidad y audacia su misión en las nuevas circunstancias que vivimos agobiados, por el consumismo y la globalización y a veces el sin sentido. Si Cristo actúa en la Iglesia y si la Iglesia es el misterio de Cristo, la relación de San José con Cristo se prolonga en la Iglesia. Por lo tanto la Iglesia no debe replegarse frente a quienes sólo ven confusión, peligros y amenazas, o de quienes pretenden cubrir la variedad y complejidad de situaciones con una capa de ideologismos gastados o de agresiones irresponsables. Por lo tanto, nuestra Iglesia necesita hombres y mujeres valientes, como San José que supo afrontar todas las prerrogativas que se le presentaron a lo largo de su vida de fe y familiar, es por eso que hoy debemos de reconfirmar, renovar y revitalizar la novedad del Evangelio arraigada en nuestra historia, todo esto será posible, desde un encuentro personal y comunitario con Jesucristo que suscite figuras dispuestas a enfrentar los desafíos que se nos presentan en pleno siglo XXl. Y quizá todo esto no depende de grandes programas y estructuras, sino de personas nuevas que encarnen dicha tradición y novedad como verdaderos protagonistas y discípulos de Jesús. Que bueno sería que fuéramos como San José, que tuvo un amor especial por Cristo, esto le permitió, amarlo, servirle y protegerle, en la actualidad seguramente, él con su patrocinio nos sigue protegiendo desde el cielo, nuestra Iglesia vive y procede aparentemente con toda normalidad, lamentablemente, por el descuido de los pastores y la falta de cristianos comprometidos, nuestra fe cada vez se va degastando y degenerando en mezquindad. Este es momento en el que a todos los cristianos nos corresponde recomenzar desde Cristo, esto, si primeramente que no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino, por el encuentro con un acontecimiento, con una persona que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación. Hoy, como en todos los tiempos, nuestro mundo cristiano tiene serias dificultades para seguir a Cristo, y la Iglesia sufre no solo de sus enemigos, sino también hasta de sus propios hijos. Por eso personalmente creo que el llamado y la respuesta a la misión es urgente, sobre todo detenernos un poco en la figura de José, ya que esto nos permitiría, ver esa gran humildad y disponibilidad que habían en este hombre de grandes virtudes, solo así podremos entregarnos todo por amor al Reino de los Cielos, estamos llamados (as) a seguir los pasos de Jesús y por lo tanto a adoptar sus actitudes (cf. 9.35 – 36). Si hemos logrado captar en la generosidad de San José, se muestra la generosidad de Dios y en la gratuidad de los que le siguen aparece la gratuidad del Evangelio. Por eso pongámonos al servicio de todos los seres humanos como lo realizo San José, que con su dedicación nos mostró lo que el ser humano es capaz de realizar cuando se quiere luchar y vivir de acuerdo a sus propios principios y valores que dan sentido a nuestras vidas, familiar, comunitarias y social. El matrimonio con María. “José hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer, porque lo engendrado en ella es obra y gracia del espíritu santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él Salvará al pueblo de sus pecados” (Mt 1,20-21). Si somos capaces de apreciar en este texto de Mateo. El Ángel quiere mostrar a José que debe asumir y cumplir la misión excepcional en la obra misional y redentora de Dios para la Iglesia y para toda la humanidad. En las palabras del evangelista, podemos hallar el núcleo central de la verdad bíblica sobre San José, especialmente el momento de su existencia al que se refieren particularmente los Padres de la iglesia. El evangelista San Mateo explica el significado de este momento, delineando también como José lo ha vivido. Pero sin embargo, para que podamos comprender plenamente el contenido y el contexto, es muy fundamental que tengamos presente el texto paralelo del evangelio de San Lucas, en relación con el versículo que dice: “La generación de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada, con José y, antes de empezar a estar juntos, ellos, se encontró encinta por obra y gracia del espíritu santo” (Mt 1,18). El origen de la gestación de María por obra del Espíritu Santo, encuentra una descripción más amplia y explícita en el versículo que se encuentra en Lucas, donde expresa sobre la Anunciación del nacimiento de Jesús: “Fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María” (Lc 1,26-27). Las palabras del ángel: “Alégrate, llena de gracia, el Señor esta contigo” (Lc 1,28), provocaron una gran tribulación interior en María y, a la vez, se puede observar que estas mismas palabras la llevaron a la reflexión. De inmediato vemos como el ángel o mensajero tranquiliza a María y, al mismo tiempo, le revela el designio especial que Dios tenía preparado en ella. A la vista de todo este acontecer José su marido, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto como lo expresa (Mt, 1,19), era obvio José no sabia cómo reaccionar ante la sorprendente noticia de que María estaba embarazada, ciertamente él buscaba una respuesta a la inquietante pregunta, pero seguramente desde su ser humano, buscaba una salida a aquella situación tan difícil que estaba viviendo. Como suele suceder hoy en día a muchos matrimonios, que quizá ante cualquier situación que se presenta en la vida ordinaria y cotidiana no son capaces de afrontar, con valentía, paciencia y decisión como lo hizo el Glorioso San José, vemos en la figura de este santo, como pudo trascender todo obstáculo en su vida, fue un hombre modelo que no se desesperó ante tan grande a acontecimiento, al contrario , tomó con calma, reflexión, meditación y sobre todo sabía razonar, veía cada situación desde los ojos del corazón “la fe”, he aquí que se le apareció un ángel del Señor y le dice: “José hijo de David, no temas recibir en tu casa a María, tu esposa, pues lo concedido en ella es obra y gracia del espíritu santo. Dará a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús, porque salvará a su pueblo de los pecados” (Mt 1, 20 – 21). Se aprecia una profunda analogía entre la anunciación del texto de Mateo y el texto de Lucas. Ya que el mensajero Divino introduce a José en el misterio de la maternidad de María. Al entrar en esta dinámica de conocer más a profundidad sobre la misión de San José en la vida de Cristo y de la Iglesia me he dado cuenta, que solo un hombre tan puro y tan humilde como San José, el Señor pudo encomendarle esa tarea tan primordial de ser el esposo de la madre de Dios. Que lazo tan sublime formado por el Espíritu Santo; el más sagrado después del que une la humanidad con la divinidad de Cristo. El ejemplo de José con María debe despertar en nuestra sociedad y principalmente en las familias “matrimonios” esas virtudes que eran evidentes en esos dos corazones que vivían para amar primeramente a Dios y su misión de ser padres del Dios hecho hombre. La abnegación profunda de estas dos vidas, era una para la otra, compartían los dolores y las alegrías; las espinas, la pobreza, el amor, el respeto, la santidad, la luz y la paz. Como lo expresa San Bernardino de Siena. Cuando la condescendencia divina escoge a alguien para una misión singular o para un estado sublime, concede a la persona a si elegida todos los bienes y carismas que les son necesarios para su tarea…esto es lo que se ha cumplido sobre todo en el gran San José. La vida de estos esposos es como la de dos estrellas, que mutuamente se iluminan con sus rayos dorados y plateados, pero sin llegar a tener contacto. Nuestra vida debe ser como la de José dejarnos, persuadir sin vacilación, tomar nuestra tarea y misión ya sea como esposos, hijos, solteros, profesionales, viudos, bautizados y todo ser cristiano que tiene un puesto y una misión que cumplir especialmente en este mundo tan globalizado en que vivimos hoy, a si como nos lo ensaña José que tomo a María y, durante todo el tiempo que cuido de ella y de Jesús, supo desempeñar su cargo con gozo, aceptando hacer un viaje, hasta Egipto, luego regresar de allí y transferirse a Nazaret. San José Padre de Cristo. San José cumple doble misión la de ser padre de Cristo y esposo de María, de ahí parto para resaltar la trascendencia de San José en el misterio de Cristo y la misión que debía cumplir en la iglesia. Pero antes de entrar a profundidad, sobre la paternidad de san José, sería bueno que nos preguntáremos: ¿Cuál de estas dos misiones fue la más importante? O se podría decir de otra manera ¿Cuál fue la razón de ser de san José? ¿Cuál fue la razón fundamental de las gracias extraordinarias concedidas al glorioso patriarca señor san José? Considero que la primera razón de la existencia o la elección de parte de Cristo sobre san José, fue para custodiar la virginidad de María, quizá habrán otros que piensan que la razón última de la existencia de San José fue para introducir digna, discreta y decorosamente a Cristo en el mundo, como exprese anteriormente soy de los que opino que la razón fundamental de la misión y de las gracias concedidas a san José fue su predestinación a la paternidad especial en relación al verbo hecho hombre. San José fue elegido ante todo para ser padre y en segundo lugar para ser esposo. Cristo fue predestinado a la filiación divina natural en consecuencia, María fue predestinada a la maternidad divina, san José a la paternidad singular en relación a Cristo. Así lo afirma el teólogo Garrigou Lagrange, cuando dice: “su predestinación no es otra cosa, desde luego, que el mismo decreto de la Encarnación y este decreto eterno influye no solo en la Encarnación abstractamente considerada, o por hablar así, sobre la sustancia de la Encarnación que debía realizarse, en lugar y en el tiempo correspondiente”. De esta manera el Verbo debía encarnarse en el seno de la Virgen María, desposada con José de la casta de David. Como se puede apreciar de este modo, san José fue predestinado al más alto grado de gracia y de caridad porque este hombre sencillo, humilde y justo estaba llamado ha ser digno padre y protector del Hombre – Dios. De aquí se puede ver la sublimidad de su misión única en el mundo, puesto que su primera predestinación no forma más que una misma cosa con el decreto mismo de la Encarnación, algunos podrían decir que primero es el matrimonio y después la paternidad y la maternidad. Es verdad pero en las circunstancias normales de la cotidianidad de la vida humana, a criterio propio considero que en el caso de José y María no fue, ni es así, ya que este es un caso excepcional además podemos verificar que se tiene mas densidad ontológica, más dignidad, ser padre de Cristo que ser esposo de María. Porque el término de la paternidad de José es Jesús, Dios y hombre; en cambio, el término del matrimonio es María. Y es superior ser padre de Cristo que ser esposo de María. Otros podrían decir que san José fue elegido simultáneamente para las dos misiones. Y esto es válido, que para Dios no hay un antes y un después, pero para nosotros sí lo hay. En Dios no hay tiempo, en nosotros, sí. Nosotros evaluamos según la realidad que observamos. En los Evangelios vemos que se habla explícitamente de la paternidad de San José cinco veces se le llama padre de Jesús con María su madre. No es el hijo de José? En cuatro pasajes José ejerce el oficio de padre. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús. Como hemos observado en los textos anteriores, según los evangelistas, José fue padre de Cristo por una expresa voluntad de Dios. Ciertamente no lo fue por generación sexual, porque todo esto iría contra la naturaleza del misterio de la Encarnación, pero si tengo la certeza que san José fue un verdadero padre porque lo sobrenatural es superior y más perfecto que lo natural. Si sobrenatural fue la maternidad de María, sobrenatural fue la paternidad de San José. Los Padres de la Iglesia afirman esto mismo. Por ejemplo, san Agustín, uno de los que más y bellamente escribió acerca de San José, dice: “ambos, padres por el consentimiento y no por la carne; mejor aún, el padre solo por el consentimiento y ella, madre por el consentimiento y por la carne, pero los dos, padres”. Habrá alguien que piensa que lo material es lo único y válido y es superior a lo espiritual, entonces solo así podrá dudar y negar la paternidad de San José. La importancia sobre el tema de la paternidad en la actualidad es un tema que esta ante la mirada de todos, porque hoy en día se ha perdido el sentido de asumir con responsabilidad el ser padres, con esto no quiero juzgar a nadie, porque hay padres que verdaderamente han, asumido ese rol, he visto en mi corta vida a padres que han sido abandonados por sus esposas y ellos, han sabido ser padres y madres al mismo tiempo. En este contexto la atención a la paternidad de San José se manifiesta muy oportuna para poner un poco de orden en las ideas precisamente por razón de su singularidad, que podría inducir a alguno a desestimarla; sino que a excluirla, como lo hay en la actualidad para los que piensan que los padres no son coherentes y responsables en su desempeño como padres y jefes de familias. O para aquellos que dudan si verdaderamente aquello engendrado es fruto de su matrimonio, así puede suceder con San José y nos podemos cuestionar, porque él no engendró a Jesús. Y por lo tanto podría surgir esta pregunta ¿Cómo puede ser padre uno que no ha engendrado? Todo esto puede ocurrir en la actualidad, puesto que vivimos en una sociedad desorientada, que no tiene en cuenta a Dios y, por lo consiguiente, ha quebrantado la ley de la verdad de la creación, por lo tanto, se vuelve inevitable la crisis de identidad, como ha explicado Juan Pablo ll en su encíclica Veritatis Splendor, por lo que la misma persona humana ha perdido la propia integridad esencial y su unidad, hasta la separación de la relación entre la persona y sus propias acciones”. Como podemos observar en la actualidad, la prensa, la televisión en fin todos los medios de comunicación proponen numerosos medios de manipulaciones genéticas y biológicas sobre el ser humano. José fue un padre que Dios lo predestino para asumir ese cargo tan abnegado, pero al mismo tiempo difícil, solo lo podía asumir un hombre como José, capaz de ver mas allá de los que sus ojos podían ver. Hoy vivimos en una cultura cada vez más artificial, por lo tanto, definir la paternidad y maternidad es una verdadera y real crisis de identidad, todo esto se podría decir que es fruto de la desintegración que arranca ya desde el origen de la familia, es decir, de las parejas. En el apartado sobre el matrimonio he abordado que el elemento constitutivo de la pareja es el amor, la apertura, el diálogo o sea la apertura con el otro que se debe expresar en el “don esponsal del sí”. Pues bien, es precisamente del interior de este “don” de donde puede y debe nacer y desarrollarse la paternidad o la maternidad humana para ser auténtica. Esto me hace pensar que solo así podemos lograr tener familias integradas y ser capaces de cumplir la misión que san José llevo acabo en su vida familiar y cotidiana. Entonces teniendo presente que el “don” es la expresión del amor, ¿Qué sentido tiene hablar del “don” de la vida, cuando junto con la vida no existe amor, sino sólo una forma de egoísmo, como la propia realización, la satisfacción de sí mismo, la necesidad de afecto, o aún la laudable intención de unir más así a la persona amada, pero dispuestos a deshacerse del hijo en el momento de que su presencia es un obstáculo?, es lo que tristemente en nuestra sociedad esta de moda, donde existen padres quizá aquellos padres muy jovencitos, por no asumir una paternidad bien definida prefieren interrumpir el embarazo, o mejor dicho de otra forma evitarlos a través de los llamados anticonceptivos, entonces cabe aquí esta pregunta ¿No se confunde aquí el bien del hijo con el propio? Ya que egoísmo y don son inconciliables. Porque digo esto, porque considero que un padre que no este dispuesto a asumir su rol o papel en su paternidad, estaría actuando egoístamente. Entonces la paternidad hay que entenderla desde este punto de vista de engendrar al hijo a acogerlo, y de acogerlo a educarlo, como nos lo enseña Santo Tomás: “La prole no es considerada como bien del matrimonio sólo porque es engendrada por él, sino en cuanto es acogida y educada en el matrimonio”. Con mis propias palabras diría que la dignidad de la persona humana es tal, que no basta que se le haya hecho venir al mundo, sino que se le debe acompañar hasta su completo desarrollo. Juan Pablo ll insiste con razón en este aspecto y extiende el horizonte: “El nuevo ser humano, igual que sus padres, es llamado a la existencia como persona y a la vida” en la verdad y el amor”. Esta llamada considero que no se refiere únicamente a lo temporal, sino también a lo eterno. Ya que Dios ama al hombre, como ser semejante a Él, como persona. Este hombre, todo hombre, es creado por Dios por sí mismo. (Carta a las familias, n. 9). Con esto que he abordado sobre la paternidad de San José consideramos ahora la figura de San José como algo esencial en la vida de la iglesia, entonces solo así será mas fácil de comprender cómo su singular paternidad constituye un caso muy actual y representativo en la sociedad, José cumplió una alta misión de criar, alimentar, vestir e instruir a Jesús en la ley y en los oficios ordinarios que realizaban como familia, entonces esto es lo que corresponde a los padres, para así lograr ser forjadores de buenos valores, en todos los niños, adolecentes y jóvenes para que podamos contribuir en la obra misionera de la Iglesia como lo realizó el Glorioso Patriarca Señor San José ya que todos tenemos un deber y un derecho como bautizados de cumplir nuestra misión dentro de la iglesia. Como San José que fue llamado por Dios para servir directamente a la persona y a la misión de Jesús mediante el ejercicio de su paternidad; precisamente de este modo él coopera en la plenitud de los tiempos al gran misterio de la redención y es verdaderamente ministro de salvación. José participó en el misterio precisamente, mediante el ejercicio de su ser de padre, una relación que lo sitúa lo más cercano posible a Jesús, término de toda elección y predestinación. (cfr. Rom. 8,28). San José, más que ningún otro padre y aquí no es que esté subestimando a los padres de familias, pero considero que San José fue un padre que asumió con responsabilidad su servicio y dedicación que toda paternidad exige y lleva consigo, de manera que su paternidad constituye un luminoso ejemplo para toda paternidad o maternidad humana. La paternidad terrena que de él se deriva se ejerce, por lo tanto como servicio, el más grande servicio en el plan de la creación como Dios que se fijo directamente en San José para que ejerciera el don de la paternidad. Hay algo que no quiero dejar desapercibido en este apartado sobre la paternidad de San José y es precisamente, sobre las palabras con las que Jesús se dirigió a sus padres cuando estaba en el templo, cuando él apenas tenía doce años: “¿Por qué me buscan?” (Lc. 2, 49). Estas palabras deberían renovar en el corazón de todos los padres la convicción de una autoridad paterna suprema que pertenece solo a Dios (cf. Mt 23, 9), el ejemplo de San José para toda la iglesia es que toda ella debe tener siempre presente ante los ojos su humilde y maduro modo de servir, así como de participar en el plan de Salvación. San José es igualmente ejemplo en la actualidad para los padres y madres que el ser humano no debe ser ni padre – patrón ni padre – creador, sino ante todo humildemente padre – protector. San José, un líder de familia. ¿Por qué a San José se le considera un líder y modelo de familia? Quizá sea por su vocación tan abnegada, que le correspondió desempeñar, y por lo tanto, esto me lleva a reflexionar que San José es modelo para aquellos padres que sueñan, para aquellos que anhelan construir una vida feliz, los que desean llegar a su casa u apartamento y encontrar un hogar, o sea un lugar cálido alimentado por la hoguera de la paz y el amor. Hoy muchos padres desean ver a sus hijos crecer fuertes, maduros; y finamente verlos partir a enfrentar la vida con seguridad contemplarlos fundar hogares que sean también hogueras acogedoras. En la actualidad hay que despertar y caer en la cuenta que no basta solo con soñar. La vida no es solo para vivirla de sueños. La vida de José de Nazaret no era una vida de un hombre soñador, era un hombre de acción, así lo describía Juan Pablo ll .Y es gracias a estas acciones que logró salvar a su familia de todos los peligros que la amenazaban. Algunos ejemplos claros que vivió la familia de Nazaret son: La persecución del rey Herodes con su aparato estatal que buscaba al niño para matarlo, las amenazas de una sociedad egipcia sumamente idólatra, cuyos valores esenciales y fundamentales eran opuestos a los de su propia cultura y que podían influenciar en la conciencia de su hijo y la vida de su hogar, en la actualidad ¿cuáles son esos fantasma que amenazan la integridad familiar? Quizá sean, la violencia, el odio, el rencor, la envidia, la discordia, la desintegración familiar ya sea por parte del esposo o la esposa, el aborto, el consumismo, la falta de comunicación, la poca tolerancia, la perdida de los valores como son: el amor, el respeto, la integridad, la confianza, la sensibilidad ante el sufrimiento ajeno, como podemos ver los fantasmas que enfrentó José no fueron tan ajenos a los nuestros. A José de Nazaret se le considera un líder de familia, porque el mismo Dios recurre a él para encomendarle esa tarea tan difícil de ser padre. Dios le pide a este hombre de corazón puro y sencillo que asuma un liderazgo familiar que le ha sido encomendado como padre de familia y esposo. Y él con una buena disposición lo asume y lo hace, toma las decisiones adecuadas y las acciones mejores para salvar a su familia, la pregunta ahora sería. ¿Cómo es la familia en la actualidad? Quizá sea una familia donde marido, esposa e hijos toman y asumen con responsabilidad su papel esencial de verdaderas y autenticas familias como la de Nazaret, mas hoy que vivimos en un mundo carente de valores y lleno de sin sentidos a la vida. José fue un líder no un hombre autoritario, no fue un rey omnipotente de su casa y su familia, jamás vio en María una propiedad o posesión suya, él solo cumplió lo que Dios le había encomendado. Ante todo esto hoy se necesitan verdaderos padres de familias, donde se pueda sentir la protección de ambas partes, se debe rescatar los valores que nos lleven a sacrificarnos por nuestras familias y a si poder guiar a los nuestros hacia puertos y lugares seguros. Él se levantó, tomó de noche al niño y a la madre, y se retiró a Egipto. Como se aprecia aquí para que haya un verdadero amor debe existir voluntad, deseo efectivo de amar, que se traduce en acciones u obras son amores y no buenas razones. San José es un líder. No un autoritario como lo dije anteriormente, no un macho, no. Es un hombre verdadero un padre y esposo que comparte con su esposa la responsabilidad de cuidar de su hijo. Así era el hombre que él Señor se había escogido para ser el padre de la sagrada familia. Cómo lo escribió el Siervo de Dios José María Vilaseca, “José por tanto tenía…la fortaleza más firme para salvar al hijo de Divino y a la Virgen Madre”. En el mundo actual se necesitan padres y madres de familias donde sean fuertes en la educación de sus hijos, pero al mismo tiempo que sean tiernos, y a la vez que sepan luchar contra todo por el bien de las familias. Se necesitan familias donde se pueda disciplinar a los hijos con una sana firmeza, pero al mismo tiempo, que se les pueda acariciar cuando la vida les golpeé con los problemas propios que la vida nos presenta. Hoy los matrimonios están amenazados por la cultura de lo desechable. Tenemos por ejemplo vasos desechables, pañales desechables, envases desechables, etc., pero también hay matrimonios desechables, conozco algunas parejas que antes de casarse ya habían hecho un acuerdo prenupcial por si en el transcurso del matrimonio había separación. No se habían casado y ya pensaban en el divorcio. Y puedo llegar a afirmar que ante esta inseguridad y la falta de estabilidad crecen y se desarrollan los hijos, lo que en el futuro traerá muchas inseguridades para aquellos niños, jóvenes que se vieron obligados a vivir en sus hogares sin protección de un líder familiar que les orientara en sus vidas. Por todo esto, es necesario que los padres sean lideres en sus hogares, que defiendan a sus hijos con firmeza y amor, de la droga, el alcohol, el uso de la sexualidad irresponsable que deshumaniza, la violencia, de los antivalores que los medios de comunicación nos presentan en nuestra vida cotidiana. Se necesitan verdaderos padres y madres donde puedan ser felices y hacer felices a sus hijos y que juntos puedan construir un hogar estable, cálido, lleno de paz y amor, donde todos sean felices como esa familia de Nazaret. El llamado de Dios a San José y el llamado que hace en la actualidad a los cristianos. Al iniciar este corto apartado sobre el llamado que Dios hizo a san José para cumplir su misión en la vida de Cristo y de la iglesia, debo recordar que el evangelio llama a San José el justo, el santo, el hombre de Dios, el amigo de Dios entonces a partir de ello nosotros nos preguntaremos el porqué de tantos títulos, simplemente porque es el mismo Dios que llama e interpela. Dios a cada instante nos llama, y su llamado es misterioso, a unos llama a la vida matrimonial, otros a la vida religiosa o sacerdotal a otros a la vida profesional y otros son llamados a la vida de soltería, es decir todos somos llamados a un estado específico para colaborar de una u otra forma en el plan salvífico de cristo y de su iglesia, cuando él nos llama, nos llama y nos interpela con un llamado profundo y comprometedor. De esta misma manera Dios llamó a José. El Espíritu de Dios lo interpelaba por medio de los sueños, al estilo de los antiguos patriarcas; Dios lo llamó para que él, aún en medio de la duda que inundaba su corazón, en medio del no saber y de la confusión, pudiera llegar a conocer la voluntad de Dios, como nos sucede hoy a nosotros los cristianos que vivimos con una fe opacada y anémica. San José era un hombre que buscaba en todo momento la voluntad de Dios. ¿Seremos así nosotros? La palabra se hace íntima. San José entiende sin entender; con esto jamás pretendo decir que San José era un hombre tosco e insensible; el conocimiento que José tenía era un conocimiento dado por Dios, ya que el conocimiento de Dios es un saber sin saber, un entender sin entender; el no captar, por que ese es el misterio de Dios: impenetrable, inabarcable. Así está José ante la palabra dirigida a él. Es notorio que Dios le hace una invitación al diálogo, que hará efectivo y presente en el diálogo con Jesús. De igual manera hoy podemos entender cuando Dios nos llama a una vocación específica es para hacer de nosotros un cambio a nuestras vidas. Así como llamó a Abraham, a María. O sea un dejar todo por el Reino. Es impactante cuando María dice al Ángel “hágase en mí según tu palabra” (cfr.Lc1, 38), María sabia que en ella estaba cambiando todo la definición de su Vida; pero en el anuncio hay una nueva definición y orientación para Ella. De la misma manera José. En el llamado aparece la palabra tranquilizadora de Dios como para María: “No temas” (cfr. Mt.1, 20, Lc.1, 30) es el camino que tenia que recorrer y que hoy nos corresponde a nosotros los cristianos, no podemos vivir nuestras vidas llenas de inseguridades y incertidumbres hay que saberlas asumir desde una postura sólida en Cristo, todo esto será posible desde el llamado que Dios nos ha hecho, igual que a Abraham, nuestro padre en la fe, María la madre de todos nosotros lo creyentes. José fue un hombre que aceptó el llamado del Señor, esto lo podemos constatar cuando físicamente se puso en marcha con el niño y su madre y va a Egipto (cfr. Mt. 2, 13). Es curioso ver como el llamado separa, pero estoy seguro y convencido que esto no es un aislamiento, sino una separación para cumplir los planes misteriosos de Dios: quizás en algunos casos específicos del llamado o vocación algunos tengan que renunciar a muchas cosas, pero sabemos que el llamado no es un vacío, al contrario es un sacrificio, pero no un empobrecimiento: “sal de tu tierra…” (cfr. Gen. 12,1). En los evangelios se nos presentan a los apósteles que fueron llamados y que también ellos dejaron todo, las redes, sus padres, pero no encontraron un vacío ellos siguieron al Señor, otros que somos llamados y quizá por una mala elección ante el llamado terminamos abandonando nuestra tarea, eso sí no quita valor a nuestro ser de personas y de cristianos al contrario quizás desde ahí donde estemos será donde cumpliremos mejor nuestra misión. Lo digo desde mi experiencia de compartir con personas de diferentes categorías: profesionales, matrimonios, jóvenes y sacerdotes, estas son personas que un día sintieron el llamado, pero que después Dios les llamó a otro estilo de vida y hoy son muy felices y realizados. La misión de José fue esa acompañar, guiar y seguir a Jesús en su vida oculta. José un hombre que camino en la oscuridad luminosa de la fe. No estamos lejos de todo esto, pero que con la gracia de Dios caminamos a la luz de la fe, y de la mano del gran santo protector de la iglesia universal José de Nazaret. El silencio de San José Considero, que si hemos leído en los evangelios, lo primero que debe impactarnos es su silencio. Es un hombre que escucha, recibe la palabra de Dios quizá como un mandato al estilo de los antiguos patriarcas, eso si es un hombre que actúa eficazmente. Debo destacar una de sus virtudes muy peculiares el silencio ya que el silencio es disciplina esencial y fundamental para la vida espiritual, especialmente en nuestra época que vivimos momentos de tención y desesperación, donde no somos capaces de detenernos a meditar y reflexionar. Entonces es fundamental si deseamos conocer la vida y el papel que jugó San José en la vida de Cristo y la misión que cumplió en la Iglesia, todo esto será necesario conocerlo a la luz de su propio silencio. Es un hombre que no necesita hablar para enseñarnos mucho, es lo que debemos tener en cuenta en la actualidad, puesto que mucho hablamos y poco hacemos en todos los campos, políticos religioso y social. Prácticamente los evangelios nos hablan poco de San José quizás quien lo menciona explícitamente es Mateo (en cambio Lucas en las narraciones en la infancia de Jesús se fija mas en María), es notorio que San José queda en la sombra y el silencio , pero al mismo tiempo es interesante descubrir muchas similitudes en María y José; José es el hombre que escucha; me atrevo a decir de él parafraseando el texto de Lucas en relación a María conservaba todas estas cosas meditándolas en su corazón (cf. Luc.2,51) Que bien sería que nosotros hoy fuéramos capaces de emprender con amor y valentía nuestra tarea ya sea evangelizando y quizás no con palabras sino con nuestro propio testimonio que es el que mueve mas almas como este gran santo que desde su vida de silencio realizó grandes cosas para el bien de la humanidad. San José era un hombre que todo lo que iba viviendo lo admiraba quizás sin llegar a entenderlo plenamente. Bien esa es nuestra verdad de ser humano ante los ojos de Dios, no somos capaces de comprender lo que Dios nos propone esto seguramente lo alcanzaremos cuando lleguemos a integrar nuestra vida exterior e interior, ya que nuestras vidas de humanos necesitan meditar y profundizar y hacer suyo el misterio de Cristo, para después darlo a conocer a otros hermanos solo así lograremos ser mas sensibles e íntimos ante Dios. Hace unos años escuché decir a un sacerdote en su homilía que el silencio es como una celda portátil que llevamos con nosotros desde el lugar solitario hasta el corazón de nuestras profesiones. Por eso en este ensayo he querido abordar un poco sobre el silencio de San José, porque considero que es interesante lo que significó en la vida de San José el silencio y el gran valor que debería tener en nuestra vida actual. Sin el silencio no podemos comprender muchas cosas; al mismo tiempo pienso que si no somos capaces de comprender el valor del silencio será muy difícil entender al glorioso San José. Por ejemplo cuando leemos o hemos estudiado la vida de otros Santos, podríamos aprovechar sus enseñanzas y sus ejemplos, en San José lo que tenemos que entender es su vida. No es una vida que esté adornada por muchas disertaciones y reflexiones; de San José puedo decir que es testigo silencioso del silencio mismo de Dios. Para mi todo esto tiene un valor y una fuerza muy grande, puesto que como dije anteriormente vivimos en un mundo en el que ya no se respetan las palabras escritas y expresadas, ¿porqué digo esto ?, porque simplemente nadie les hace caso. Con todo esto quiero decir que se ha devaluado el sentido de las palabras. Se dicen muchas cosas y nadie las escucha, quizá sólo él que hace silencio, hace suyas las palabras y las interioriza para poder cumplir su misión. Es curioso ver en todo lugar donde nos movemos encontramos palabras escritas en anuncios publicitarios, y algunas veces nos habremos preguntado (Qué nos dicen? Con frecuencia escuchamos palabras de políticos, de maestros, de predicadores y en la mayoría de casos sus palabras no nos dicen grandes cosas, esto se debe porque las palabras no están precedidas del silencio. Es muy interesante ver como los maestros hablan y tratan de enseñar, pero solo llega aprender el que hace silencio y se calla para hacer suya esa verdad recibida es lo que hacia San José. Es llamativo corroborar como en las Universidades e Institutos Teológicos donde se enseña teología tanto los que estamos estudiando, como los profesores nos encontramos atrapados diría en una red de discusiones, debates, distinciones y argumentaciones sobre Dios, a mí criterio considero que lo principal es llegar al contacto directo con la palabra de Dios. O como lo propone el Concilio Vaticano ll en la declaración sobre la educación católica (GRAVISSIMUM EDUCATIONIS) “que los alumnos aprendan a vivir en trato familiar y asiduo con el Padre por su Hijo Jesucristo en el Espíritu Santo” (cfr. G.E.8) Muchas veces, nuestras elocuentes disertaciones pueden ser una pobre sustitución del compromiso directo y es precisamente ahí donde encontramos la figura de José: Escucha y cumple; no habla, porque él sólo hace exactamente lo que el señor le índica. La palabra de Dios encarnada, que José está encargado de cuidar y custodiar (quizá esa es su vocación específica y única), esa palabra y se pronuncia y manifiesta al hombre, pero que nace del silencio eterno de Dios. Ahora bien entonces a nosotros nos corresponde, como a José, ser testigos y custodios de la palabra venida del silencio. El silencio es el hogar del verbo. Y el hogar humano que el verbo escogió para vivir entre nosotros es entonces un hogar impregnado del amable silencio de María y José. Entonces el silencio lo debemos entender como un valor evangélico, profundo e insustituible que nos lleva a buscar lo único y necesario. Diré de otra forma el silencio es como el camino más seguro para llegar al hogar eterno, a la casa del Padre. Para San José el silencio es como la guarda del espíritu, también lo debe ser para nosotros contemplar la acción de Dios, en el silencio de José. Es interesante como a María la alabamos y la llamamos bienaventurada (cfr. Lc 1,48), de igual forma podemos alabar y llamar a San José bienaventurado, porque siendo él humilde siervo, él señor se fijó en el para hacer maravillas…entonces podemos decir que la vida del espíritu es interior. El silencio cualidad del corazón que nos permite que las palabras tengan contenido, sentido y profundidad; no consiste en no sólo decir palabras, ni se reduce sólo a un silencio material. Ese silencio es el ambiente en que José vive para cumplir la vocación a la que fue llamado. Conclusión: En el apartado anterior aborde un poco sobre el silencio de San José, que es la sombra que, por designio de Dios, ocultó el misterio de la Encarnación. Los designios de Dios son inescrutables. Y precisamente El escogió a San José para un oficio diferente al oficio de María, su esposa. A veces quisiéramos (algunos lo queremos) que por ejemplo, el culto a San José fuera muy semejante al culto de María, pero bien no tomamos en cuenta que la misión de San José, no fue ni pude ser igual a la de María. Al finalizar este ensayo quiero recordar que la misión de San José fue porque Dios así lo quiso, una misión realizada desde el silencio, una misión de sombra para velar a los ojos del pueblo la verdad de la Encarnación y la misión que hoy nos corresponde a todos los cristianos desempeñar dentro de la iglesia. San José fue un hombre fecundo, creador, íntimo, de adoración y de amor. Entonces de José debemos aprender a servir, evangelizar, testimoniar. Nuestro servicio debe estar lleno de amor. Amor a Jesús, a María, al silencio, a su vocación, a su predestinación, a su misión dentro de la iglesia, al trabajo y a la oración. Quién puede decir que no tiene necesidad de estas realidades, por más que sean despreciadas o infravaloradas. San José en el misterio de Cristo y de la iglesia debe y tiene que ayudarnos, esto por su puesto si nosotros queremos vivir más íntimamente y más amorosamente en el misterio de Cristo y su iglesia, que en cierto modo lo que nosotros construyamos en nuestra misión es ya participar con Cristo de su reino eterno. Referencias Bibliográficas.
PRIMERA PARTE Con el propósito, de profundizar en los conocimientos del inmenso mundo periodístico hare una breve reseña histórica en Nicaragua, a través del siguiente resumen que inicia en el año 1830 a la actualidad. Según, datos históricos el primer periódico es el Diario Oficial, además según la fuente consultada los periódicos eran de índole político. En 1845 aparece el periódico Oficial en Masaya, en 1848 cambia el nombre por el de Gaceta del gobierno Supremo del Estado de Nicaragua. En 1849 Se le da el nombre de El Noticioso, llegando a alcanzar 17 Ediciones o Números, además en ese mismo año pasa a llamarse Correo del Istmo. Bajo el mando del General Fruto Chamorro es llamado “Gaceta de Nicaragua” como todas las cosas de la vida, la prensa Nicaragüense ha tenido su proceso morfológico, como las plantas, el hombre y los pueblos. OSARIO PERIODISTICO A inicios de la historia del periodismo existió una gran batalla, entre el escritor y la indiferencia, puesto que el público, no sabia leer y si sabia no era tal costumbre, por tanto cada semanario implicaba sacrificios de dinero, energía física y metal. “LOS VIEJOS SEMANARIOS” Según la fuente citada el primer Bisemanal, data del año 1886, no obstante la vida de la prensa se manifestó, primeramente en los periódicos mensuales seguidamente en los semanarios, posterior aparecerán los diarios. ENRIQUE H. GOTTEL Es el fundador del bisemanal, vivió nueve años, además fue fundador del “Valle de Gottel” vivía por decir así un estilo Anacoreta, por vivir aislado de la sociedad, puso su imprenta uso una maquina primitiva, él mismo distribuía el periódico montado en su borrico, era un hombre ilustrado de carácter alegre, hablaba tres idiomas Ingles, Castellano y Alemán. FABIO CARNEVALIN De origen Italiano, escritor erudito, muy versado en la lengua latina, publicó el periódico hasta el 30 de Abril de 1885. CARLOS SELVA Fundó, en 1876, El Canal de Nicaragua, publicaba artículos a favor de las obras, y muy pocas noticias. Más tarde en el año 1890, publicó El Diarito, de tendencia Liberal en Granada mas tarde en Managua. ANSELMO H. RIVAS En 1880 aparece El Centroamericano, fuerte y valiente semanario conservador. Anselmo era un hombre de preclaro talento, político sagaz, hombre de sabiduría fue el fundador del primer diario en el país. Para el año 1884, se le da el nombre de Diario Nicaragüense, después de la muerte del señor Rivas prosiguió redactándolo su hijo Anselmo Rivas G. y el novelista y escritor Pedro Joaquín Cuadra Chamorro. RIGOBERTO CABEZAS Estudioso investigador, historiador y periodista en 1872 fundo en Rivas El Termómetro, semanario de doctrina avanzada. Se suspendió en Rivas y vuelve a publicarse en Managua en 1893. En 1894 fundó el 93, diario liberal del cual él era redactor. JOSÈ DOLORES GAMEZ Periodista de carácter cerrado, terrible panfletario junto con el señor Rivas, fundaron el primer diario llamado “Diario de Nicaragua”. En 1884, publicó varios folletos políticos. Doctor JESUS HERNANDEZ S. Escritor polito, autor de la historia de tres años. En 1882 fundó en Masaya El Ferrocarril, mas tarde en 1888, se hizo cargo de la Reconciliación diarito político de combate y tendencioso. MANUEL RIGUERO de AGUILAR Hombre erudito, de origen Español, profesor en los colegios y periodista. En 1894 fundó en León el Imperial, diario liberal e informativo. En 1898 publicó otro diario, El Liberal diario semi - oficial defensor del General Zelaya. Doctor RICARDO CONTRERAS Hombre de sabiduría, maestro de la juventud, en 1886 fundó en León un semanario político El Constitucional modelo de bien decir y de cultura. ENRIQUE GUZMÁN Castizo escritor y crítico, colaboró casi en todos los periódicos de su época. En 1894 fundó El Cronista, era un apasionado por la Literatura. ABRAHAM ZAMORA CALDERON De Espíritu Emprendedor En 1901, fundó, El Siglo XX, diario informativo. RAFAEL A. RIVAS Periodista y Político En 1883, fundó El Mercado, diario diminuto, para 1886, el diario se vistió de largo y se convirtió en hoja seria. En 1887, fundó La Reconciliación, en compañía del doctor Hernández Somoza. Doctores BUENAVENTURA SELVA y JOSÈ BENITO HERNÁNDEZ Diario La Opinión Nacional apareció en León en 1891. LEONCIO N. BELLO En 1895, publicó en Managua, El Mensajero. VICTOR DUBARRY. Abogado, profesor de letras, orador y periodista, tenia estilo fácil, lleno de metáforas de pose arrogante y dogmática. En 1889, fundó y redactó en Managua La Estrella de Nicaragua, diario de la mañana, agitador, combativo. JOSE MARIA MONCADA Escritor, pluma polémico, espíritu de lucha fundó El Centinela en 1893. VUELO DE GOLONDRINAS 1882 Se funda en Granada El Cable. 1884 Aparece La Unión, órgano de la juventud, en este mismo año nace La Voz del pueblo. 1885 Se publicó El Boletín de la Guerra que informaba diariamente del movimiento. 1886 El Estandarte Nacional. El Pueblo, periódico político 1887 El Centinela salía cada diez días. La Nueva Era. Federico Navarro publicó el Quincenal Leonés. La nagua Negra y la chinchintorra. En Bluefields se publicó The Mosquitt Coast El Reparador El País, periódico de Circunstancias. Pedro Ortiz publicó El Macho – Periódico humorístico y caricaturesco. En 1888 en Managua se funda el Progresista, trimestral. Apareció el Anunciador. En 1889 el Artesano de propaganda Obrero – Liberal El tiempo En 1890 se publicó en Ingles un interesante Semanario. En 1891 Juan de Dios Matus funda El Duende semanario político. En 1892 surgen más semanarios anónimos. En 1893 Fernando Somoza Vivas publicó en León Centroamericana, quincenal, político del mismo credo. En Bluefields aparece el Centinela. Balbino Solórzano fundó El Crepúsculo. Rodolfo G. y Rogelio A. Editan el 11 de Julio En 1895 aparece en Masaya “El Pabellón Liberal”. En 1887 se publicó el Independiente, diario informativo y de gusto literario. Adán y Adolfo Vivas y Hernán Guzmán fundador en Managua “La Democracia” La Tarde Diario informativo de credo liberal En 1903 salió en Bluefields El Correo del Norte. La Nación durante la Administracion del gobierno del Doctor José Madriz. 1909 se publicó en Managua el 11 de Octubre diario fuerte de ideas conservadoras. El Heraldo, órgano de la directiva suprema del partido conservador. LOS DIARIOS ACTUALES Tres los mas antiguos El Diario Nicaragüense, hijo de la historia del periodismo. El Comercio El Independiente La Noticia El Diario Moderno, periódico tendencioso liberal, rojo de fuertes posiciones políticas. La Tribuna Tarea de Paciencia. Del Estudio comparativo de las dos tendencias periodísticas, la antigua y la modernas, se saca en conclusión que fue aquella más romántica, con menos fines utilitaristas. La actual no entiende de Liricos quijotismos. Quiere noticias, sólo noticias aunque no haya arte, ni ciencia. SEGUNDA PARTE Después del terremoto de 1931 surgieron gran número de periódicos, la mayoría de ellos ideológicas, dirigidos por políticos que por profesionales. El Periódico debe ser libre, esto es, independiente de todo credo político, con lenguaje conciso, ameno y sencillo. DOS EMPRESAS PRIVADAS Hoy por hoy, se cuenta con dos diarios informativos “LA PRENSA Y NOVEDADES” Estos dos diarios son de tendencia opuestas Sobrevivientes del Terremoto La Prensa y La Noticia, el último fundo el 1º de Julio en 1915, por Juan Ramón Avilés de ideología liberal. El Director de La Prensa Dr. Pedro Joaquín Chamorro Zelaya de Ideología conservador y muy católico. Nacen y mueren otros Diarios Un tercer periódico es La Nueva Prensa cuyo director era Gabry Rivas. Además surge El diario Latino cuyo editor fue Carlos A. Montalbán, este periódico feneció por falta de apoyo económico. El diario Moderno de doctrina liberal, combativo, de 4 páginas. La Hora Moderna, vocero del partido Liberal Nacionalista. El Mundo con vida rápida. “LA ESTRELLA DE NICARAGUA” Surgió en la época de los 40, su propósito era ocupar un lugar preponderante en el periodismo Nacional, Hubo días que este diario tenia teres ediciones en el día. La Estrella desapareció y se intento lanzar otro periódico con el nombre de “El Diario de Nicaragua” La Nueva Prensa y Gabry Rivas. La Nueva Prensa, tuvo su época de gloria. La Nueva Prensa. Se destacó en los concursos de belleza centroamericana. Surge NOVEDADES. Novedades ha tenido un sin número de directores. Quizá es un diario que carece de la industria periodística, pero además no se informa objetivamente. FLECHA y Hernán Robleto. Surgió como periódico diario. Flecha se convirtió en diario el 15 de Agosto de 1943. Flecha tuvo tamaño tabloide, era un periódico pequeño. Diario de Granada. En Granada y León desaparecieron los diarios, estos porque había mucho en Managua. El Primero fue El Correo El Diario Nicaragüense. En 1934 surge La Reacción director Joaquín Zavala, además, fundó La Opera Bufa, lunes de La Nueva Prensa, Revista conservadora del pensamiento centroamericano. Diario de León El Centroamericano, fundado el 7 de Octubre de 1917. Triste Faceta de “LA NOTICIA” Falto el factor dinero, que mueve todo. EL GRAN DIARIO Surgió en 1953 este diario catalogado como independiente comenzó con 8 páginas y finalizó con 4. “LA PRENSA” Un Gigante Nacional. La Prensa ha tenido grandes éxitos, además se puede decir que cuenta con tres momentos o épocas. Antes del terremoto de 1931 y después del terremoto y el periodo actual o sea el de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal. En el último periodo ha contado con el aporte de varios hombres dignos de mención Pedro Joaquín, padre e hijo; Pablo Antonio Cuadra, Xavier Chamorro y Jorge A. Cárdenas. En el año 1948 Pedro Joaquín Chamorro padre e hijo comenzaron a reestructurar LA PRENSA con tirada de 750 ejemplares. Cuenta con buena información, valor literario y político sus reportajes y fotográficas hablan por si solas. Además Chamorro Cardenal se preocupó porque su periódico fuese el reflejo de la verdad y solo la verdad.

miércoles, 20 de febrero de 2013

El Camino del Encuentro Parte 3.5


CONTRATO CONYUGAL

Mas allá del amor
Por  Jorge Bucay

1- Definición: El matrimonio es un compromiso afectivo, espiritual  y social pensado para proyectar, compartir y disfrutar, en un marco seguro y transcendente.

2- Duración: El contrato se firma para toda la vida, pero el pacto debe ser renovado cada cinco años, debiendo renegociar los términos. Si no hubiera acuerdo de un nuevo contrato, este convenio expira.

3- Propiedad: Las partes acuerdan definitivamente no considerar al otro como parte de sus propiedades. Se entiende que mi esposa, mi marido o mi pareja son términos coloquiales que no implican dominio.

4- Vida en común: La mayor parte del tiempo habitarán juntos. Las tareas serán compartidas. Los dos se abstendrán de regañar al cónyuge, aunque cada uno puede recordar al otro sus responsabilidades con tacto y delicadeza. Cada uno lavará su propia ropa interior.

5- Dinero: Marido y mujer compartirán a partes iguales la responsabilidad e los gastos, cada uno conservará su cuenta bancaria y abrirán una compartida para el proyecto en común. Si en la división de tareas uno de los dos generara mas dinero que el otro, el ingreso será de todos modos compartido, disponiendo cada uno del dinero que necesite. Ambos evitarán decir al otro como y en que debe gastar el dinero.

6- Disputas: Los desacuerdos no serán considerados nefastos. Dado que se trata de dos individuos diferentes, se da por sentado que habrá desacuerdos. En esos caso la pareja encontrará el tiempo para buscar un acuerdo. Si no lo encontraran acordarán el desacuerdo. Si hace falta una decisión urgente, se dará prioridad a la decisión del mas capacitado o idóneo en el tema.

7- Peleas: Dado que los miembros son seres humanos y no máquinas, las disputas pueden generar discusiones y peleas. Las partes se comprometen a discutir sin faltarse el respeto ni psíquica ni físicamente.

8- Comunicación: Las partes se comprometen a estar siempre abiertas al diálogo. El tratará de hablar con ella aunque esté enfadado y ella tratará de no castigarlo a él restringiendo el contacto físico.

9- Sexo: Queda claramente establecido que la sexualidad de la pareja estará regulada únicamente por el deseo. Ninguno de los dos se sentirá obligado nunca a satisfacer los deseos del otro salvo que esto satisfaga sus propios deseos. A todos los demás efectos se establece que ninguna conducta sexual está prohibida, es sucia o pecaminosa si ambos acuerdan explorarla.

10- Fidelidad: La pareja puede pactar libremente esta regla optando entre cualquiera de las siguientes posibilidades:
a) La relación sexual es excluyente.
b) Podría haber otras relaciones pero sin compromiso afectivo
c) Cada uno decide libremente sobre sus relaciones extramaritales.
En b) y en c) habría que acordar si estas otras experiencias deben contarse o deben ocultarse.
Cualquiera sea la opción, derechos y obligaciones serán idénticas para los dos.

11- Niños: La pareja tendrá hijos solo en caso de que ambos deseen tenerlos (y en el momento en que ambos coincidan en el deseo). Mientras tanto, los dos acuerdan que un aborto sería una decisión hiriente y por lo tanto será responsabilidad de ambos evitar un embarazo no deseado.

12- Familias: Cada uno tendrá con su familia de origen las relaciones que crea conveniente y aceptará la actitud que el otro tenga con ellos. Esto incluirá el derecho de cada uno de no dejarse presionar por sus suegros.

13- Amigos: Cada uno conservará sus amigos y amigas. No es imprescindible acordar ni hacer amistad con los amigos del otro, ni tampoco incluir los propios a la pareja.

14- Control: Cada uno renuncia expresamente a ejercer control sobre el tiempo, el aspecto, el cuerpo, los gustos y la forma de actuar del otro. Cada uno se hará responsable de sus acciones y de las acciones decididas en conjunto, pero no de las decisiones individuales del otro.

15- Divorcio: Cualquiera de los dos puede querer divorciarse cuando sienta que lo que han proyectado juntos ha perdido vigencia. El otro no se opondrá. Si existieran hijos menores, la pareja acuerda agotar los recursos para salvar el vínculo y proteger a los niños. Respecto de los bienes se  acuerda que todo lo adquirido durante la vida en común será repartido y todo lo personal será conservado por cada uno.

16- De forma: Estos artículos podrán ser revisados a solicitud de cualquiera de los dos y modificados con el acuerdo de ambas partes. Violar alguna de estas cláusulas se considera suficiente causa para la ruptura del contrato y el infractor soportará como única pena el pleno derecho de su cónyuge de abandonar el vínculo.

17- Firma del contrato: El presente contrato no tiene ninguna validez jurídica, civil ni comercial. Es de uso exclusivamente privado y no puede ser esgrimido como argumento en un litigio. Para dejar esto claramente establecido debe ser firmado con la mano izquierda, sin ceremonia ni testigos.


Fecha:     /     /                                              firmas
¿Y hará falta tomarse tanto trabajo?
Contesto: Creo que si.
Pero ¿no alcanza con el amor y con el deseo?
Contesto: Creo que no  (aunque, sin lugar a dudas, es un maravilloso lugar desde donde empezar a compartir un camino).

Quizás deba aclarar una vez mas que éste no es “EL PACTO CONYUGAL del matrimonio normal”, sino sólo una idea. Habrá otras parecidas y diferentes. Habrá algunas mas rígidas y otras mas elásticas, adaptables a cada matrimonio y a cada momento del matrimonio. Habrá finalmente quienes piensen que no hay duda que pactar y menos por escrito, quienes consideren ridículo establecer normas de conducta acordadas, quienes se fastidien frente a la sola idea de un contrato conyugal... y quizás tengan razón. Hablo sólo de aquellas cosas que han servido par mi vida y de las señales que fui encontrando en MI camino. Las comparto... por si acaso.

Creo que la resistencia de algunos de nosotros a los pactos se debe a que los vivimos como si fueran las paredes de aquella prisión a la que me refería al principio.
Intento  demostrar que no solo no es tal, sino que mas bien es todo lo contrario.
Un pacto de respeto a la individualidad, un contrato de mutuo acuerdo  explicitado y consensuado, un modelo renovable de convivencia, un conjunto de pautas que por definición son cuestionables y modificables permanentemente, lejos de esclavizar liberan. Mas que transformase en la celda, un pacto se constituye en una llave de entrada y de salida de cada encuentro.
Faltaría contestarse, con toda sinceridad, si somos capaces de establecer una pareja pactando clara y definitivamente que no tenés por que desear lo que a mi me gusta.
Y nos debemos mutuo respeto por encima de todas las cosas.
Y que esto implica no solo aceptar sino HONRAR nuestras diferencias.
Y que la prisión no es tal porque la pareja es una elección de un lugar donde  estar.
Y que la puerta estará siempre abierta (por lo menos para salir).    

No  solemos elegir voluntariamente esa libertad para nosotros, seguramente porque no queremos concedérsela a los demás, sin embargo, de todas maneras la tenemos porque la libertad es un derecho irrenunciable y una condición inevitable.
Aunque escojamos armarnos nuestra propias cárceles de ideas, levantando paredes y forjando rejas de acero detrás de las cuales nos sentiremos encerrados, claro, pero con la seguridad que solamente se puede obtener de lo previsible, de lo estático, de lo eterno. Aunque allí dentro me muera de asfixia, de angustia o de aburrimiento.

Queremos pensar que se ama una sola vez en la vida y para siempre, aunque sepamos que no es verdad. Preferimos retorcernos de miedo controlando lo que el otro hace cuando no estamos juntos y seguir aferrados a la idea de que no podríamos vivir el uno sin el otro, aunque sabemos que sin el amado la vida igual continúa aunque no  continúe igual.

Y lo pensamos, en gran medida, porque hemos sido enseñados a creer en estas mentiras. Falsedades para sostener la idea de la prisión deseable, pero también para condicionar una forzada fidelidad o una machista exclusividad (hasta hace 30 o 40 años los hombres pretendían ser únicos en la historia de las mujeres de bien, y las mujeres se conformaban con ser la última de los hombres de bien).
En este aspecto  nuestra medrosa educación ni siquiera ha sido equitativa. Las víctimas sindicadas de esta distorsión son las mujeres. Se hayan dado cuenta o no, gran parte de las mujeres de aquellos tiempos han sido condicionadas por esta idea de que la mujer tenía que conformarse con un solo amor y con un solo varón, para toda la vida.
Angeles Mastretta le hace decir a uno de sus personajes.

“Cuando la expectativa de la vida de una mujer era de 45 años, con un amor era suficiente, pero ahora que una va a vivir como 80... con un solo amor no alcanza. ¡Por lo menos dos!”.

La historia de que se ama una sola vez en la vida y para  siempre, es mentira.
Es mentira que sea necesariamente para siempre y es mentira que no pueda ser mas que una vez en la vida.

Un día por el caminito de un country, me cruzo con un señor que después de separase de su primera mujer se había vuelto a casar. Yo lo conocí cuando todavía estaba casado con la primera. Aquella relación aparentaba ser espectacular. En un momento determinado, cada uno por su lado había dedicado toda su locuacidad a describir el amor que sentía.
En la mesa, mientras las mujeres freían unas empanadas, alguien le pregunta como le va con este segundo matrimonio, y el cuenta de lo mucho que ama a su segunda mujer. Cuando ese alguien, que había conocido su relación anterior, le pregunta si pudo dejar de amar a la primera para poder amar a la segunda, el responde:
- ¡No! ¡Aquello no era amor, el verdadero es éste!.
¿Por qué negar ese amor?. El no podía aceptar que había amado, que había dejado de amar y que ahora amaba a otra mujer. Tenía que desprestigiar el otro amor para poder darle lugar a éste. Los viudos y las viudas a veces hacen lo mismo, dicen: éste es el verdadero amor, el otro no lo era y ahora me doy cuenta, o pero, aquél era el verdadero amor y entonces no podré nunca volver a amar verdaderamente.
Me gusta remarcar que se puede amar a alguien, que se puede dejar de amar y que se puede después amar a otra persona.

En una de mis charlas, alguien me preguntó:
“¿Y no se puede amar a dos a la vez?”
Tenemos mucho miedo a esta pregunta, porque si aceptáramos y  asumiéramos que se puede amar a mas de una persona o la vez, ¿qué sería de nuestra seguridad?.

Si sostengo:
Que se ama una sola vez en la vida es mentira...
Que el amor está indisoluble ligado al sexo es mentira...
Que el verdadero amor es eterno es mentira...
Si declamo:
Que no se puede volver a amar después de haber amado es mentira...
Que  mis afectos dependen de mi voluntad es mentira...
Defenderme contándome la historia de los tipos de amores, es mentira...
Si, encima de todo, ahora dijera que es posible  amara a mas de una persona a la vez...
¿qué nos quedaría? ¿la catástrofe?
Es una posibilidad: la absoluta inseguridad sobre el futuro, por mucho que estemos juntos hoy, mañana no se puede saber.
Pero hay otra posibilidad: junto con las mentiras, desterrar también la idea de la catástrofe y valorar la relación que realmente uno tiene.
Porque...
Ahora yo  sé que no se ama una sola vez ni para siempre, me doy cuenta de que mi esposa bien podría haberme dejado de amar o podría dejar de amarme mañana...
Ahora que sé que el sexo no necesariamente está ligado al amor, me entero de que ella podría elegir con quién va a tener relaciones sexuales.
Ahora que sé que la persona que amo puede amar a mas de una persona a la vez, me doy cuenta de que sentirme querido no garantiza que ella no ame a otros.
Ahora que yo sé que se deja de amar y que ella elige sobre su propia vida...
Ahora...
Cuando yo llego a mi casa y mi esposa realmente está para encontrarse conmigo y para amarnos, entonces le doy a ese encuentro el valor que tiene.
Ahora que sé todo esto, y estoy seguro de que ella lo sabe, la conciencia de nuestra libertad de elección lejos  de ser una catástrofe es el pasaporte a una relación de pareja mas plena y trascendente.

Si a pesar de la conciencia, ella y él deciden seguir juntos, entonces es maravilloso.
Si negamos la conciencia de los hechos para sostener lo que ya no  sucede, aparece la verdadera catástrofe.

- Vieja – dice él -, ¿por qué no matamos un pavo para nuestro aniversario?.
- No me parece una buena idea – dice ella, que ya no lo aguanta - . ¿Qué culpa tiene el pavo? ¿Por qué no matamos mejor a tu amigo José que nos presentó?.
Un matrimonio vivo es un vínculo donde todavía palpita la pareja y no un museo recordatorio de todo lo que fuimos, ni un panteón donde se guardan los restos de nuestra pareja muerta.
La única pareja posible es la que se da entre dos individuos iguales que deciden establecer un acuerdo y lo hacen. Rousseau dice puesta de límites, este pacto no está en oposición a la libertad de cada uno, por el contrario, la observación del contrato y la posibilidad de revisarlo y repactar constituyen la libertad.
Son estos puntos de acuerdo con el otro los que nos vinculan cono unidad.
Pero atención, esta unidad no es estática, está en continuo  movimiento y cambio. Es imprescindible ir modificando lo pactado para mantener el equilibro inestable que es el vínculo de pareja.
El cambio es constante y gracias a él que seguir juntos tiene sentido.


PASAJE (Epílogo)



Este  relato llegó a mis manos hace unos meses por Internet.
Contaba en aquel entonces una historia muy parecida a ésta, pero el sentido final de cuento era espantoso: de una maravillosa idea, alguien había hecho una horrible pancarta de discriminación y resentimientos, algo parecido a lo que ocurre entre algunos amados cuando el camino deja de ser el mismo.
Decidí pues, como tantas otras veces, reescribir el relato para que llevara el mensaje que yo le creía merecedor.

El rey Arturo había enfermado. En tan sólo dos semanas su debilidad lo había postrado en su cama y ya casi no comía. Todos los médicos de la corte fueron llamados para curara al monarca pero nadie había podido diagnosticar su mal. Pese a todos los cuidados, el buen rey empeoraba.
Una mañana, mientras los sirvientes aireaban la habitación donde el rey yacía dormido, uno de ellos le dijo al otro con tristeza.
- Morirá...
En el cuarto estaba Sir Galahad, el mas heroico y apuesto de los caballeros de la mesa redonda y compañero  de las grandes lides de Arturo.
Galahad  escuchó el comentario del sirviente y se puso de pie como un rayo, tomó al sirviente de las ropas y le gritó:
- Jamás vuelvas a repetir esa palabra, ¿entiendes?. El rey vivirá, el rey se recuperará... Sólo  necesitamos encontrar al médico que conozca su mal, ¿oíste?.
El sirviente, temblando, se animó a contestar.
- Lo que pasa, Sir, es que Arturo no está enfermo, está embrujado. Eran épocas donde la magia era tan lógica y natural como la ley de gravedad.
- ¡Por que dices eso, maldición! – preguntó Galahad.
- Tengo muchos años, mi señor, y he visto decenas de hombres y mujeres en esta situación, solamente uno de ellos ha sobrevivido.
-  Eso quiere decir que existe una posibilidad... Dime como lo hizo ése, el que escapó de la muerte.
- Se trata de conseguir un brujo mas poderoso que el que realizó el conjuro, si eso no se hace, el hechizado muere.
- Debe haber en el reino un hechicero poderoso – dijo Galahad -, pero si no está en el reino lo iré a buscar del otro lado del mar y lo traeré.
- Que yo sepa hay solamente dos personas tan poderosas como para curar a Arturo, Sir Galahad, uno es Merlín, que aun en el caso de que se enterarara tardaría dos semanas en venir y no creo que nuestro rey pueda soportar tanto.
- ¿Y la otra?
El viejo sirviente bajó la cabeza moviéndola de un lado a otro negativamente.
- La otra es la bruja de la  montaña... Pero aun cuando  alguien fuera suficientemente valiente para ir a buscarla, lo cual dudo, ella jamás vendría a curar al rey que la expulsó del palacio hace tantos años.
La fama de la bruja era realmente siniestra. Se sabía que era capaz de transformar en su esclavo al mas bravo guerrero con sólo mirarlo a los ojos, se decía que son sólo tocarla se le helaba a uno la sangre en las venas, se contaba que hervía a la gente en aceite para comerse su corazón.
Pero Arturo era el mejor amigo que Galahad tenía en su vida, había batallado a su lado cientos de veces, había escuchado sus penas mas banales y las mas profundas. No había riesgo que el no corriera por salvar a su soberano, a su amigo, y a la mejor persona que había conocido.
Galahad calzó su armadura y montando su caballo se dirigió a la montaña Negra donde estaba la cueva de la bruja.
Apenas cruzó el río, notó que el cielo empezaba a oscurecer. Nubes opacas y densas parecían ancladas al pie de la montaña. Al llegar a la cueva, la noche parecía haber caído en pleno día.
Galahad desmontó y caminó hacia el agujero en la piedra. Verdaderamente el frío sobrenatural que salía de la gruta y el olor fétido que emanaba del interior lo obligaron a replantear su empresa, pero el caballero resistió y siguió avanzando por el piso encharcado y el lúgubre túnel. De vez en cuando, el aleteo de un murciélago lo llevaba a cubriese instintivamente los ojos.
A 15 minutos de marcha, el túnel se abría en una enorme caverna impregnada de un olor acre y de una luz amarillenta generada por cientos de velas encendidas. En el centro, revolviendo una olla humeante, estaba la bruja.
Era una típica bruja de cuento, tal y como se la había descripto su abuela en aquellas historias de terror que le contaba en su infancia para dormir y que lo desvelaban fantaseando la lucha contra el mal que emprendería cuando tuviera edad para ser caballero de la corte.
Allí estaba, encorvada, vestida de negro, con las manso alargadas y huesudas terminadas en largas uñas que parecían garras, los ojos pequeños, la nariz ganchuda, el mentón prominente y la actitud que encarnaba el espanto.
Apenas Galahad entro, sin siquiera mirarlo la bruja le gritó:
- ¡Vete antes de que te convierta en sapo o en algo peor!
- Es que he venido a buscarte – dijo Galahad -, necesito ayuda para mi amigo que está muy enfermo.
- Je... je... je... – rió la bruja -. El rey está embrujado y a pesar de que no he sido yo quien ha hecho el conjuro, nada hay que puedas hacer para evitar su muerte
- Pues tú... tú eres mas poderosa que quien hizo el conjuro. Tú podrías salvarlo – argumentó Galahad.
- ¿Por qué haría yo tal cosa? – preguntó la bruja recordando con resentimiento el desprecio del rey.
- Por lo que pidas – dijo Galahad  -, me ocuparé personalmente de que se te pague el precio que exijas.
La bruja miró al caballero. Era ciertamente extraño tener a semejante personaje en su cueva pidiéndole ayuda. Aun a la luz de las velas Galahad era increíblemente apuesto, lo cual sumado a su porte lo convertía en una imagen de gallardía y belleza.
La bruja lo miró de reojo y anunció:
- El precio es este: si curo al rey y solamente si lo curo...
- Lo que pidas... – dijo Galahad
- ¡Quiero que te cases conmigo!.
Galahad se estremeció. No concebía pasar el resto de sus días conviviendo con la bruja, y sin embargo, era la vida de Arturo. Cuantas veces su amigo había salvado la suya durante una batalla. Le debía no una, sino cien vidas... Además, el reino necesitaba de Arturo,
- Sea – dijo el caballero  -, si curas a Arturo te desposaré, te doy mi palabra. Pero por favor, apúrate, temo llegar al castillo y que sea tarde para salvarlo.
En silencio, la bruja tomó una maleta, puso unos cuantos polvos y brebajes en su interior, recogió una bolsa de cuero llena de extraños ingredientes y se dirigió al exterior, seguida por Galahad.

Al llegar afuera, Sir Galahad trajo su caballo y con el cuidado con que se trata a una reina ayudó a la bruja a montar en la grupa. Montó a su vez y empezó a galopar hacia el castillo real.
Una vez en el castillo, gritó a los guardias para que bajaran el puente, y con reticencia lo hicieron.
Franqueado por la gente de aquella fortaleza que murmuraba sin poder creer lo que veía o se apartaba para no cruzar su mirada con la horrible mujer, Galahad llegó a la puerta de acceso a las habitaciones reales.
Con la mano impidió que la bruja se bajara por sus propios medios y se apuró a darle el brazo para ayudarle. Ella se sorprendió y lo miró casi con sarcasmo.
- Si es que vas a ser mi esposa – le dijo – es bueno que seas tratada como tal.
Apoyada en el brazo de él, la bruja entró en la recámara real. El rey había empeorado desde la partida de Galahad, ya no despertaba ni se alimentaba.
Galahad mandó a todos a abandonar la habitación. El médico personal del rey pidió permanecer y Galahad consintió.
La bruja se acercó al cuerpo de Arturo, lo olió, dijo algunas palabras extrañas y luego preparó un brebaje de un desagradable color verde que mezcló con un junco. Cuando intentó darle a beber el líquido al enfermo, el médico le tomó la mano con dureza.
- No – dijo -. Yo soy el médico y no confío en la brujerías. Fuera de...
Y seguramente habría continuado diciendo “... de este castillo”, pero no llegó a hacerlo, Galahad estaba a su lado con la espada cerca del cuello del médico y la mirada furiosa.
- No toques a esta mujer – dijo Galahad -, y el que se va eres tú... ¡Ahora! – gritó!
El médico huyó asustado. La bruja acercó la botella a los labios del rey y dejó caer el contenido en su boca.
- ¿Y ahora? – preguntó Galahad.
- Ahora hay que esperar – dijo la bruja.
Ya en la noche, Galahad se quitó la capa y armó con ella un pequeño lecho a los pies de la cama del rey. El se quedaría en la puerta de acceso cuidando de ambos.

A la mañana siguiente, por primera vez en muchos días, el rey despertó.
- ¡Comida! – gritó -. Quiero comer... Tengo  mucha hambre.
- Buenos días, majestad – saludó Galahad con una sonrisa, mientras hacía sonar la campanilla para llamar a la servidumbre.
- Mi querido amigo – dijo el rey -, siento tanta hambre como si no hubiese comido en semanas.
- No comiste en semanas – le confirmó Galahad.
En eso, a los pies de su cama apareció la imagen de la bruja mirándolo con una mueca que seguramente reemplazaba en ese rostro a la sonrisa. Arturo creyó que era una alucinación. Cerró los ojos y se los refregó hasta comprobar que, en efecto, la bruja estaba allí, en su propio cuarto.
- Te he dicho cientos de veces que no quería verte cerca del palacio. ¡Fuera de aquí! – ordenó el rey.
- Perdón, majestad – dijo Galahad -, debes saber que si la echas me estás echando también a mi. Es tu privilegio echarnos a ambos, pero si se va ella me voy yo.
- ¿Te has vuelto loco? – preguntó Arturo - ¿Adonde irías tu con este monstruo infame?.
- Cuidado, alteza, estás hablando de mi futura esposa.
- ¿Qué? ¿Tu futura esposa?. Yo he querido presentarte a las jóvenes casaderas de las mejores familias del reino, a las princesas mas codiciadas de la región, a las mujeres mas hermosas del mundo, y las has rechazado a todas. ¿Cómo vas ahora a casarte con ella?
La bruja se arregló burlonamente el pelo y dijo:
- El precio que ha pagado para que yo te cure.
- ¡No! – gritó el rey -. Me opongo. No permitiré esta locura. Prefiero morir.
- Está hecho, majestad – dijo Galahad.
- Te prohibo que te cases con ella – ordenó Arturo.
- Majestad – contestó Galahad -, existe sólo una cosa en el mundo mas importante para mi que una orden tuya, y es mi palabra. Yo hice un juramento y me propongo cumplirlo. Si tú te murieses mañana, habría dos eventos en un mismo día.
El rey comprendió que no  podía hacer nada para proteger a su amigo de su juramento.
- Nunca podré pagar tu sacrificio por mi, Galahad, eres mas noble aún de lo que siempre supe. – El rey se acercó a Galahad y lo abrazó -. Dime aunque sea que puedo hacer por ti.
A la mañana siguiente, a pedido del caballero, en la capilla del palacio el sacerdote casó a la pareja con la única presencia de su majestad el rey. Al final de la ceremonia, Arturo entregó a Sir Galahad su bendición y un pergamino en el que cedía a la pareja los terrenos del otro lado del río y la cabaña en lo alto del monte.
Cuando salieron de la capilla, la plaza central estaba insulsamente desierta, nadie quería festejar ni asistir a esa boda, los corrillos del pueblo hablaban de brujerías, de hechizos trasladados, de locura y posesión...
Galahad condujo el carruaje por los ahora desiertos caminos en dirección al río y de allí por el camino alto hacia el monte.
Al llegar, bajó presuroso y tomando a su esposa amorosamente por la cintura la ayudó a bajar del carro. Le dijo que guardaría los caballos y la invitó a pasar  a su nueva casa. Galahad se demoró un poco mas porque prefirió contemplar la puesta del sol hasta que la línea roja terminó de desaparecer en el horizonte. Recién entonces Sir Galahad tomó aire y entró.
El fuego del  hogar estaba encendido y, frente a el, una figura desconocida estaba de pie, de espaldas a la puerta. Era la silueta de una mujer vestida en gasas blancas semitransparentes que dejaba adivinar las curvas de un cuerpo cuidado y atractivo.
Galahad miró a su alrededor buscando a la mujer que había entrado unos minutos antes, pero no la vio.
- ¿Dónde está mi esposa? – Preguntó.
La mujer giró y Galahad sintió su corazón casi salírsele del pecho. Era la mas hermosa mujer que había visto jamás. Alta, de tez blanca, ojos claros, largos cabellos rubios y un rostro sensual  y tierno a la vez. El caballero pensó que se habría enamorado de aquella mujer en otras circunstancias.
- ¿Dónde está mi esposa? – repitió, ahora un poco mas enérgico.
La mujer se acercó un poco y en un susurro le dijo:
- Tu esposa, querido Galahad, soy yo.
- No me engañas, yo se con quien me casé – dijo Galahad – y no se parece a ti ni en lo mas mínimo.
- Has sido tan amable conmigo, querido Galahad, has sido cuidadoso y gentil conmigo aun cuando sentías que aborrecías mi aspecto, me has defendido y respetado tanto como nadie lo hizo nunca, que te creo merecedor de esta sorpresa... La mitad del tiempo que estemos juntos tendré este aspecto que ves y la otra mitad del tiempo, el aspecto con el que conociste... – la mujer hizo una pausa y cruzó su mirada con la de Sir Galahad -. Y como eres  mi esposo, mi amado y maravilloso esposo, tu privilegio es tomar esta decisión: ¿Qué prefieres, esposo mío? ¿Quieres que sea ésta de día y la otra de noche o la otra de día y esta de noche?
Dentro del caballero el tiempo se detuvo. Este regalo del cielo era mas de lo que nunca había soñado. El se había resignado a su destino por amor a su amigo Arturo  y allí estaba ahora pudiendo elegir su futura vida. ¿Debía pedirle a su esposa que fuera la hermosa de día para pasearse ufanamente por el pueblo siendo la envidia de todos y padecer en silencio y soledad la angustia de sus noches con la bruja? ¿O mas bien debía tolerar las burlas y desprecios de todos los que lo vieran del brazo con la bruja y consolarse sabiendo que cuando anocheciera tendría para el solo el placer celestial de la compañía de esta hermosa mujer de la cual ya se había enamorado?. Sir Galahad, el noble Sir Galahad, pensó y pensó y pensó, hasta que levantó la cabeza y hablo:
- Ya que eres mi esposa, mi amada y elegida esposa, te pido que seas... lo que tu quieras ser en cada momento del día de nuestra vida juntos...

Cuenta la leyenda que cuando ella escuchó estoy y se dio cuenta de que podía elegir por si misma ser quien ella quisiera, decidió ser todo el tiempo la mas hermosa de las mujeres.

Cuentan que desde entonces, cada ve que nos encontramos con alguien que, con el corazón entre las manos, nos autoriza a ser quienes somos, invariablemente nos transformamos.

Abandonamos para siempre las horribles brujas y los malditos ogros que anidan en nuestra sombra para que, al desaparecer, dejen lugar a los mas bellos, amorosos y fascinantes caballeros y princesas que yacen, a veces, dormidos dentro de nosotros. Hermosos seres que al principio aparecen para ofrecerlos a la persona amada, pero que terminan infaliblemente adueñándose de nuestra vida, y habitándonos permanentemente.
Este es el aprendizaje cosechado a lo largo del camino del encuentro.

El verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar  a otro para que sea quien es,

Mucho  mas allá de que sea autenticidad sea o no de mi conveniencia.
Mucho mas allá de que, siendo quien SOS, me elijas  o no a mi, para continuar juntos el camino.

FIN