La
sexualidad incluye mucho mas que el contacto genital.
Pero cuidado, pensar que el sexo es un pito
dentro de una vagina es una idea necia.
En el siglo XXI esto ya no puede ser cierto.
No podemos pensar que nuestra sexualidad se corresponde con el contacto de
dieciocho centímetros cuadrados de piel.
La sexualidad tiene que ver con muchas mas
cosas, no sólo con la penetración y la mera historia del orgasmo. Tiene que ver
con una función fundamental relacionada no ya, por supuesto que no, con la
procreación, sino con el contacto, el placer, la comunicación y el encuentro
con el otro.
Pensar que el placer reside en quién acaba
antes y quien después, pensar que el placer se define en si terminé o no
terminé, es la historia de los tipos que se quejan porque creen que tiene el
pito corto (95%). Y entonces uno se pregunta: ¿Corto para que?. ¿Cuál es la
idea de lo corto?. ¿De que se trata la fantasía de la virilidad relacionada con
el tamaño del pito?
Hay dos órganos fundamentales, que son los
que mas intervienen en la sexualidad: la piel y el cerebro. Si bien es cierto
que en una etapa hay una genitalización de la energía relacionada con la
libido, esto es sólo en el momento preorgásmco. En el resto del tiempo habrá
que ver cómo administramos toda la energía que nos sucede.
La excitación sexual es energía que se
acumula y que circula por todo mi cuerpo. Tratar de focalizarla en los
genitales, en una erección o en cierta humedad, me parece que es demasiado
nimio. La sexualidad le sucede a todo mi yo.
Si no encontramos nuestra satisfacción, sería
bueno ver que nos pasa a nosotros. Porque existe una fantasía harto peligrosa
desde el punto de vista formal: creer que el problema lo tiene solamente el
otro
El problema se coloca en el otro:
“Lo que
pasa es que vos sos frígida”...
“Lo que
pasa es que vos sos eyaculador precoz”...
Mi propuesta es colocar el problema en el
desencuentro entre nosotros.
Seguimos juntos, buscamos, intentamos,
probamos, pedimos ayuda, invitamos a alguien... En fin, lo decidimos juntos,
pero no lo colocamos en el otro.
Sepamos aceptar que no es culpa de uno o del
otro. Lo nuestro no está por alguna razón.
Dejemos
de lado los dedos acusadores que apuntan al culpable del fracaso sexual.
Sería bueno ver que es lo que está pasando
entre nosotros con la eyaculación precoz, con la falta de excitación, con esta
falta de lubricación tuya, con esta falta de erección mía, con esta falta de
orgasmo que tenés o que tengo.
Hay que entender que estas disfunciones tiene
que ver con nosotros dos, con lo que nos pasa, con un desencuentro entre
nosotros. Porque la sexualidad siempre es algo comprometido.
Y como las dificultades son compartidas, se
solucionan compartidamente.
La sexualidad no consiste ni se define en el
tamaño, en las dimensiones, en las estructuras, y tiene que ver, básicamente,
con la actitud.
El mundo está plagado de historias de culos
grandes y chicos, de dimensiones de pitos, de tetas prominentes o no, y de
cosas que, en verdad, no se relacionan en nada con el encuentro sexual en si
mismo.
Deshagámonos del culto al orgasmo, del culto
a la eyaculación con orgasmo, del culto al orgasmo simultáneo. Lleguemos a la
cama solamente para disfrutar. Y si en este curso de disfrutar sucede una
eyaculación, bien. Y si no sucede, no sucede.
¿Quién dice que para disfrutar hay que tener
una eyaculación o un orgasmo?.
El
orgasmo es la irremediable consecuencia de haberla pasado bien en la cama, pero
no el objetivo.
Hay que abandonar la idea de que la
sexualidad es el pito parado. Creer que coger tiene que ver con la erección y
la vagina lubricada es una idea mezquina. El placer de la sexualidad es mucho
mas que eso.
En una de mis charlas, un señor me dijo:
“Pero si
alguien quiere serruchar durante una hora, no puede sin erección”...
Entonces, yo le contesté:
“Al que
se siente mal porque quiere serruchar durante una hora y el pito no se le para,
yo le diría: bajate de la idea de querer serruchar durante una hora y el pito
se te va a parar durante una hora y media”.
Nuestros órganos sexuales no responden a
nuestra cabeza. Le decimos “parate” y no se para. Le decimos “ahora no te
pares” y se para.
Un
matrimonio está paseando por París en su luna de miel. Estando en Montamatre,
ven un cartel que dice: “Tony, el macho latino”. Interesante en ver de que se
trata, entran a ver el show.
Previsiblemente,
Tony, un musculoso con cara de italiano, bigotes, un tipo muy hercúleo de unos treinta años, aparece en el escenario
contoneánose y a los pocos minutos tiene una erección interesante. Delante de
Tony hay un atril, y en el atril, una nuez. Tony se pare frente al atril y con
un movimiento pélvico logra partir la
nuez. Todo el mundo aplaude... Ellos se sorprenden. Ella sale codeándolo,
diciendo: ¿Viste, no?, y se van a su casa.
Pasan 25
años y vuelven a París. Cuando pasan pro ese lugar de Montamartre, ven un
cartel que dice:; “Tony el macho latino”.
- ¡Otra
vez, no puede ser el mismo Tony! – dicen.
Entonces
entran y aparece Tony, de unos 60 años. Está musculoso todavía, pero un poco
arrugadito, medio canoso, un poquito mas fláccido. En el escenario ven un
atril, y en el atril, un coco.
Los
tipos se quedan helados. Tony se concentra y... ¡zas!. Una erección y ¡toc! El
coco cae partido por la mitad. El marido, desbordado, siente el orgullo de ser
hombre y la envidia pertinente de que otro consiga lo que uno no puede.
Entonces se acerca a Tony y le dice:
-
Disculpe, ¿usted es el mismo Tony que estaba acá hace 25 años?
- Si
- ¡Pero
es increíble!. Nosotros lo vimos hace 25 años y partía una nuez, ¡ahora un
coco!. ¿Cómo puede ser?.
Y Tony
dice:
- Y...
la vista no da...
Salvando las distancias, hay que descartar la
pretensión de conseguir cosas programadametne.
No hay por qué querer coger una hora, dos horas ni media hora. Me parece
que hay que querer todo el tiempo que uno tenga ganas. Y en ese tiempo uno hará
con lo que tiene lo que puede y hasta donde puede. Y en todo caso, esa será la
sexualidad que uno puede en ese momento.
Esta es, para mi, la sexualidad sana.
El 95% de los hombres y las mujeres que
tienen disfunciones sexuales (anorgásmia, eyaculación precoz, impotencia)
tienen lo que se llama la anticipación del fracaso. Esto es, piensan que no van
a poder y entonces después no pueden, piensan en lo que tendría que pasar y
después no pasa. Gran parte de nuestro fracaso sexual depende de esto.
A partir de los estudios sexuales realizados
desde los años `60 para acá, hoy sabemos que el 75% de los problemas sexuales
se curan solos cuando el individuo cancela la expectativa de que tiene que ser
diferente.
La mayoría de los terapeutas sexuales recetan
a sus pacientes un ejercicio casi infalible:
Vayan a
la cama, hagan de todo, pero no cojan.
Esto es: cancelen la exigencia de estar
lubricados, erecto, firme durando, etc. Y lo que sucederá será que bajará la
expectativa y la sexualidad comenzará a funcionar de otra manera.
No puede elegir el que tiene una exigencia
previa. Y el que tiene una exigencia previa tiene que aprender que su pito y su
vagina no responden a la emoción al sentir el cuerpo y la vivencia del encuentro.
Hay, por supuesto, algunas pocas razones
físicas que podrían determinar una incapacidad
de erección o de excitación pero representan en conjunto el 2% de todas
las consultas por disfunción. Los demás la inmensa mayoría, llegan a este
odioso lugar desde sus propios bloqueos personales.
Un tipo
que tenía una impotencia muy grave y una relación muy complicada con su mujer,
empezó a ir a un médico que hacía hipnosis. Después de ocho sesiones, el tipo
llega a la casa, le dice a la esposa que lo espere un minutito va al baño y se
encierra cinco minutos. Al rato sale hecho una furia... excitado, erotizado,
transpirado, sudoroso, erecto. Se tira arriba de la mujer, le arranca la ropa
con los dientes y le hace el amor espectacularmente.
Al día
siguiente llega, se encierra otra vez en el baño cinco minutos, sale y otra vez
se le tira encima, hace todas las posiciones, colgado de la lámpara, el salto
del tigre... todo.
Al otro
día otra vez: los números, las categorías, los animalitos, los personajes de la
televisión, los dibujitos, ¡todo!.
Pero
siempre, antes de hacer el amor, se encierra en el baño. Entonces ella llama la
atención. ¿Qué hará el baño? ¿será una parte de su terapia?, se pregunta. Hasta
que un día decide espiarlo...
El tipo
entra, se mete en el baño y la mujer lo mira por el ojo de la cerradura.
Entonces ve al tipo mirándose atentamente frente al espejo diciendo: “No es mi
esposa... No es m i esposa... No es mi esposa...”
Una de
las cosas que deserotiza a los hombres de un modo bastante complicado tiene que
ver con cargar a su compañera de rótulo de esposa.
(posiblemente un resabio de aquello de la
puta y la madre ¿se acuerdan?).
La sexualidad es tan importante en la vida
que valdrá la pena empezar a pensarla como un desafío. El desafío de la sexualidad
plena.
¿Que significa una sexualidad plena?.
La relación sexual plena debería incluir por
partes iguales ternura y erotismo.
A mi me gusta decir simbólicamente que habría
que llegar a la cama con un ramo de flores y un video pornográfico. Esa sería
la suma.
Flores + Video
Y como
otras veces hago, permitime usar estas letras como iniciales de la conducta
sexual que te deseo.
LA F
VAMOS A USARLA PARA HABLAR DE LAS FANTASIAS
Quizás
no en vano esté la F al principio del planteo. Porque de una manera o de
otra todo empieza con la fantasía. Pero al seguir en el tiempo estas fantasías
se multiplican y generan lo que yo creo una de las distorsiones mas graves de
la sexualidad de la pareja. Por alguna razón estamos condicionados a no
compartir nuestras fantasías, ni siquiera aquellas que incluyen a nuestra
pareja. Y este es un grave error. Nada mejor que un cuarto lleno de “ratones”
para crear un clima de encuentro sexual. Uno de los ejercicios favoritos que
receto a las parejas con problemas es sentarlos en un café mas o menos oscuro y
susurrarse al oído las fantasías de cada uno. El resultado es siempre el mismo.
La pareja viene sorprendida de las coincidencias y reprochándose no haberse
animado antes a compartir. Contarte mis fantasías es un acto de entrega y una
fuente de placer para el compañero que no hay que escatimar.
En una de mis charlas, una mujer me preguntó
si era patológico incorporar la fantasía de un tercero cuando se acaban las
ideas. En todo caso, es patológico si
uno de los dos no quiere. Pero aclaro, la fantasía de un tercero no tiene por
que llegar “porque se nos acabaron las ideas”, el tercero o la tercera, los
cuartos y los quintos son solamente una fantasía mas. Y tanto es así que la
verdad, la mayor parte de las veces, ni siquiera hace falta traer
verdaderamente a un tercero. Porque las fantasías no necesitan actuarse para
disfrutarlas, las fantasías sexuales se disfrutan con sólo compartirlas con el
otro. Muchísimas parejas fantasean con escenas que jamás actuarían y se excitan
y lo disfrutan. No es una propuesta, forma parte del juego.
LA L
DE LUGARES
Si uno quiere tener un vínculo creativo, hace
falta ser capaz de cambiar lugares. Hay que animarse a buscar nuevos lugares.
¡Nuestros dormitorios son tan deserotizantes!. Están diseñados para ver
televisión, para comer, para jugar con los chicos, pera escuchar la radio, para
leer... para cualquier cosa menos para coger. Va a llegar un momento en que se
volverá insoportable.
Hay que ir a los nuevos hoteles alojamiento y
aprender como se hace un lugar para coger y armarse el dormitorio así. Valdría
la pena. Las visitas se van a horrorizar un poco, pero uno va a pasar unas
noches maravillosas. Y si no quieren hacer esto, bueno, empiecen a coger en
otro lado, cojan en el living, cojan en el ascensor, en cualquier lado. No se
puede coger siempre en el mismo lugar. Agrego, si no cambian de lugar, de hora
o de posición van a terminar cambiando de partenaire. Créanme.
LA O
ES PARA RECORDARTE QUE TE OCUPES DE VOS
Todos pensamos en la cosa de a dos, en el
placer de dar placer. Y estoy de acuerdo. Sin embargo, la gente que sabe dice
que esto ha cambiado.
Hubo un tiempo en que la mujer estaba en
función de darle placer al hombre, luego el hombre creyó que su función sexual
era darle placer a la mujer. Hoy sabemos que la función sexual de cada uno en
la cama es exactamente la misma: disfrutar uno. Y que estamos allí, primero,
para conectarnos con nuestro propio placer, y segundo, para dar placer al otro,
cuando eso me de placer. Estoy allí, primero, para ocuparme de mi mismo, para
hacer las cosas que a mi me dan placer aunque algo me resulte desagradable,
porque esto sería no ocuparme de mi mismo.
LA R
DE ROMANTICISMO
Aquí reside el punto concreto de la ternura.
No dejar que la lujuria me distraiga de animarme a ser romántico, y a la vez,
no dejar que el romanticismo me distraiga de la exploración. Ser romántico en
la cama es no olvidarse que el amor quizás ronde la alcoba mientras disfrutamos
del sexo. Y si es así, que mejor que poner un gesto, en una palabra, en un
cuidado, lo que siento.
SIGUE LA E
DE EXPLORACION
Exploración
es creatividad. Por ejemplo, ¿cuántas veces se puede coger con la esposa
de uno los sábados a las cinco y media, en el mismo lugar, en la misma cama,
con la misma luz y en la misma situación?. No sólo cambiar de lugar, quizás
cambiar de ideas, entornos, situaciones, marcos, formas, posiciones, horas.
El
explorador occidental de la India. Entra en un templo tántrico y ve en las
paredes escrito por todos lados el número 85. Un montón de monjes recorren el
lugar cantando una canción que dice: “85.... 85.... 85....” El explorador
pregunta:
- ¿De
que se trata?
El que
parece mas anciano de los monjes le dice:
- 85 son
las posiciones para hacer el amor descriptas en el Kama Sutra.
El
explorador exclama sorprendido:
-¡¿85?!.
Pensar que yo conozco solo una: el hombre arriba y la mujer abajo.
Los
monjes lo miran sorprendidos y siguen recorriendo el templo al grito de :
-
¡86.... 86.... 86....!
Habrá que animarse a buscar nuevas maneras.
Si yo vengo cogiendo con mi mujer los sábados a las cinco de la tarde, yo
arriba y ella abajo, si no soy capaz de cambiar de hora y no soy capaz de
cambiar de pose, de cama y de día, voy a terminar cambiando de mujer.
Escribile a tu pareja que cosa te gustaría
hacerle la próxima vez e imaginate que quisiera hacerte ella. Pedile que te
escriba una nota similar.
Si descubren que había cosas que no sabían,
vean que cosas pueden comprometerse a hacer por el otro disfrutándolo ustedes
también.
LA S DE
FLORES ES LA DE LOS SENTIDOS
Y este es un punto substancial: no limitarme
a la percepción de un solo sentido. No penar que la sexualidad se reduce al
contacto genital, y mucho menos al contacto de piel a piel. En la vida sexual
hay que usar los cinco sentidos: hay que poder oler, hay que poder gustar, hay
que poder oír, hay que poder ver y hay que poder tocar. Hay que animarse a
coger, con todos los sentidos en función de coger. Porque cuando se coge, lo
que pasa es lo mas importante que podría pasar.
LA V ES
DE VIDEO PARA RECORDAR VACIARSE DEL
AFUERA
Cuando
uno llega a la cama (o a la terraza, o a la cocina) el abc del comienzo
es dejar afuera lo de afuera, no se puede coger pensando en lo que pasó en el
trabajo, en lo cara que está la cebolla, en la discusión que tuve con la mucama
o en la pelea con el señor de enfrente. Y si a priori sé que no voy a poder vaciarme del afuera, entonces,
bueno sería no tener sexo ese día.
AL LLEGAR A LA I TE INVITO A VOLVERTE IRRACIONAL
Tengo
que ser tan intuitivo y tan vivencial como para animarme de verdad a ser
imaginativamente irracional. Esto quiere decir: ser capaz de llevar mis
fantasías a puntos irracionales de mi imaginación, no ser tan atado, animarme a
ser un poco loco en esto de imaginar cosas junto con vos.
Cuentan
que Dios le dijo un día a Adán
- Adán,
tengo una buena y una mala noticia para darte.
- ¿Cuál
es la buena?
- La
buena es que voy a regalarte dos nuevos órganos para incluir en tu cuerpo.
- Muchas
gracias, ¿de que se trata?
- El
primero es un cerebro pensante, que pondré en tu cabeza. Te servirá para
razonar, para calcular y para resolver cualquier problema que tengas.
- ¡Uy,
que bien!. ¿Y el segundo?.
- El
segundo es un pene, que colgaré entre tus piernas. Ese te permitirá momentos de
placer exquisitos y encuentros espectaculares con Eva.
- Muchas
gracias, mi Señor, realmente creo que voy a hacer un buen uso de estos dos
regalos. ¿Cuál es la mala noticia?
- La
mala noticia es que no vas a poder usar los dos al mismo tiempo
LA D DE
DIVERSION
Este concepto es para mi fundamental. ¡El
sexo tiene que ser divertido!. ¡No puede ser un rito serio y formal!. Si el rito es una cosa seria, algo
no está funcionando bien. El sexo está para que disfrutemos, pero también para
que la pasemos bien, para divertirnos. En dos sentidos: el humor, el estado de
ánimo, y en cuando a que sea diverso, diferente cada vez.
LA PENULTIMA LETRA, LA E ES PARA RECORDARTE QUE EXPRESES
TU SENTIR.
Expresarme
es además gemir, gritar, gruñir, llorar, reír, tentarme, hablar.
Expresarme significa no frenar la historia. Si hoy no podemos coger porque los
chicos están despiertos y sólo podríamos coger en silencio, entonces... cojamos
otro día. Si no va a haber lugar para expresar mis emociones, vayamos a coger a
otro lado, salvo que esto sea parte de un juego.
LA ÚLTIMA REFIERE EL PUNTO MAS IMPORTANTE: OLVÍDENSE DEL ORGASMO.
Si yo
puedo compartir mis fantasías, puedo ir cambiando de lugares, puedo ocuparme de mi, puedo obtener espacio para el
romanticismo, explorar, ser creativo, usar todos los sentidos, vaciarme del
afuera, ser irracionalmente imaginativo, divertirme y animarme a expresar mis
sentimientos, me queda un solo desafío: olvidarme del orgasmo.
Si quieren disfrutar de su sexualidad,
olvídense del orgasmo.
Dejen que pase cuando pase, pero olvídense
mientras estén allí. El orgasmo está muy lejos de ser lo mas importante e
imprescindible. Precisamente porque consiste en el descontrol, hay que dejar
que el orgasmo sea y no focalizarse en que pase.
F FANTASÍAS
PARA COMPARTIR
L LUGARES
PARA CAMBIAR
O OCUPARSE
DE UNO
R ROMANTICISMO
PRESENTE
E EXPLORAR
EL ENCUENTRO
S SENTIDOS
PARA INCLUIR
+
V VACIARSE
DEL AFUERA
I IRRACIONALIDAD
SUPREMA
D DIVERSIÓN
IMPRESCINDIBLE
E EXPRESIÓN
DEL SENTIR
O OLVIDARSE
DEL ORGASMO
Según
los orientales, el sexo es la máxima expresión de la iluminación.
La iluminación es enunciada por los místicos
como la disolución del yo. Esto es: ser un todo con el otro. Durante ese
instante donde yo pierdo el control, por un momento dejo de ser yo y puedo
conseguir la fantasía de fundirme con el otro.
Fundirse con el otro es el deseo supremo del
amor.
La mente vacía de pensamiento, el éxtasis de
la aceptación del otro. La ausencia de expectativas y de memoria y la entrega
total al presente son los hitos del camino que lleva al sexo como iluminación.
Si fuéramos capaces de llegar a esta
vivencia, aunque sea de vez en cuando...
Yo no creo que todas las relaciones sexuales
sean gloriosas y magnificentes, ni que en todas se pueda llegar a la disolución
del yo. Por eso digo: ojalá que podamos muchas veces.
Quiero decir, por lo menos de vez en cuando
hay que desacondicionarse, dejar de controlar y entregarse...
Pero surge la pregunta, hasta donde. ¿No será
peligroso tanto descontrol, no hay peligro de caer en la perversión?.
En todo caso habría que determinar, primero,
que es lo perverso y que no lo es.
Habrá que animarse entonces a saber quién
soy, que elijo, que me gusta y que voy a hacer con ello. Empezar a pensar que
estamos haciendo nosotros para mejorar nuestros problemas de anorgasmia,
eyaculación precoz, impotencia, frigidez...
Hay personas que no están satisfechas con su
vida sexual pero que no están dispuestos a hacer nada al respecto. Hay que
entender que nuestra sexualidad es muy importante.
Los argentinos somos un poco pacatos,
aprensivos, fifís con la sexualidad.
Cuentan
en España que un señor se encuentra con una mujer hermosa en un bar y la invita
a pasar la noche. Tienen una velada de sexo y lujuria espectacular y a la
mañana siguiente mantienen este dialogo:
Si ella
es estadounidense, dice: “Very good...”
Si ella
es italiana, dice: “Faciamo l´otra volta...”
Si ella
es española, dice: “Zi me llegaz a dejar deshpuéz de eshto... te mataré.
Y si
ella es argentina dice: “¡Ay... que pensará usted de mi”.
Esto habla de nosotros, de nuestra idea
vergonzante de la sexualidad, que es producto de una educación mezquina
respecto de nuestra libertad sexual.
Porque la sexualidad tiene mucho que ver con
la libertad personal.
Ser libre es elegir con quién, cuánto, como ,
dónde.
HETEROSEXUALES, HOMOSEXUALES O
BISEXUALES. MASTURBACIÓN.
Nosotros no somos heterosexuales,
homosexuales o bisexuales. Somos sexuales. Tenemos una sexualidad que es
energía interna que pugna por expresarse. No es casual que los vínculos
homosexuales aumentan en poblaciones donde hay sólo hombres o sólo mujeres,
como en las cárceles, los hospitales, barcos, instituciones psiquiátricas, etc.
Porque esta energía sexual que se acumula como la carga de una batería, tiene
que actuarse desde algún lugar. Y posiblemente, si estoy solo, la masturbación
sea la mejor conducta sexual a al que puedo acceder. Llegado el caso que por
alguna razón yo no pudiera tener vida sexual, es mas sano masturbase que
sublimar la sexualidad transformándola en exceso de trabajo, por decir una
transformación usual.
Potencialmente, si consideramos al hombre
como sexual, ni homo, ni hetero, ni bi, alguien que puede aceptar la
bisexualidad como parte de su identidad, puede entonces elegir lo que quiere. A
mi me parece tan patológico un homosexual que dice: que no resiste la fantasía
de acostarse con una mujer, como un
heterosexual que vive cuidándose que un tipo no se le acerque. Yo conozco
muchos tipos que están en una relación sexual con una mujer que quieren, y
cuando ella les acaricia la espalda y llega hasta el culo, gritan: ¡¡No me
toques el culo, eh, que te creés, que soy puto!!. Y la mina dice: ¿Qué pasó?.
Yo también me pregunto: ¿Qué pasó?.
Y digo: Pasó que se asustó.
La erogenización que producen las zonas
genitales, incluido el ano, es para los dos sexos igual. Habrá zonas mas
erógenas para cada uno de nosotros, pero pensar que no puedo permitir que
alguien me roce debe esconder algo...
Algo debe pasar con los tipos que
obsesivamente creen que el coito anal les da mas placer que el coito vaginal.
Me parece que alguna connotación tiene... En algunos casos esta es la expresión
de un conflicto homosexual bastante mal resuelto. Para llegar a la
heterosexualidad, sin hablar de si la homosexualidad es o no un tránsito, hay
que tener resueltos estos conflictos homosexuales, cosa que, en general, las
mujeres tienen mejor resuelta que los hombres.
La razón es que el primer objeto amoroso de
una mujer es su mamá, como en el caso del hombre.
El hombre comienza su sexualidad en la vida
con un vínculo heterosexual y quizás continúe en esa forma consciente con un
vínculo heterosexual por el resto de su vida.
La mujer, que establece como primera medida
un vínculo homosexual, tiene que dejarlo para llegar después al vínculo
heterosexual. Esto implica un trabajo.
Cuando una mujer es heterosexual ha pasado de
un vínculo a otro. Quizás por eso los homosexuales sean mas varones que
mujeres. Y quizás por eso los hombres necesiten negar el componente homosexual,
porque es sentido como poco masculino.
No hay conciencia de que la elección sexual
no amenaza la condición de varón o de virilidad.
Ser homosexual no significa ser femenino. La
mariconeada tiene que ver con una pérdida de identidad. Una mujer homosexual no
tiene por que ser un camionero y un hombre homosexual no tiene que ser
afeminado.
Maricón, homosexual y puto son tres cosas
totalmente diferentes y no necesariamente tienen relación entre si. No todos
los afeminados son homosexuales, no todos los homosexuales son putos y no todos
los putos son maricas.
Hay que aprender a diferenciar para aprender
quien es uno, después de todo...
Si mi libertad es, como digo yo, mi
capacidad de elegir cuando tengo opción,
entonces...
Ser libre es poder encontrarme para ver que es lo que voy a hacer en la cama
o que es lo que no voy a hacer en la cama.
El significado de la sexualidad ha cambiado.
Hace cincuenta años, nuestra educación nos decía que el hombre tenía que
debutar, aprender, entrenarse y hacerse maestro del acto sexual para luego
enseñarle a su mujer, asexuada totalmente hasta ese momento. Y así las mujeres
se quedaban mas o menos asexuadas toda su vida, teniendo como maestro a alguien
que en general no había aprendido mucho pero que decía que era el que sabía.
Por suerte y por lucha esto no existe mas.
Primero, porque las mujeres saben que no
tienen por que esperar a sus hombres para aprender de ellos.
Segundo,
porque los hombres ya sabemos que no aprendimos tanto.
Y tercero, porque ya no hay ninguna duda de
que el único lugar donde se puede aprender es en la cama. Y por lo tanto, si un
hombre quiere aprender, va a tener que aprender de una mujer.
La historia de que los hombres les tienen que
enseñar a las mujeres es un mito, y por supuesto machista.
Podés aprender algunas cosas por vos mismo,
de la exploración, pero no mucho estando solo. El otro, por intuición y por
experiencia, es el que enseña. Así aprendemos, para alguna vez enseñar.
Lo que en un vínculo resulta maravilloso,
puede no ser tan maravilloso en otro vínculo.
Habrá que darse tiempo para este aprendizaje.
Y para eso hace falta estar comprometido con el otro.
POCAS PALABRAS ACERCA DEL DESEO
Si la
sexualidad funciona como un trámite, estamos en problemas.
Hay una sola razón para tener sexo: el deseo.
No puedo llegar a la cama porque estoy aburrido, porque no tengo otra cosa para
hacer, porque estoy muy tenso, porque hay que cumplir para que no te vayas a
coger con otra o con otro, para no masturbarme...
La única
buen razón para llegar a la cama con alguien es sentir el deseo de ir a la cama
con alguien.
Además porque no hay nada mas erotizante que
sentirme deseado por el que está a mi lado. Sea yo varón o mujer, nada me
excita mas que sentir que aquel que yo deseo me desea.
De alguna forma es un misterio... porque si
lo que me excita es que vos estés caliente conmigo y lo que te excita a vos es
que yo esté caliente contigo, ¿cómo fue que empezamos?.
A veces empieza porque te veo y me surge el
deseo. Te espero y me ratoneo. Soñé con vos y te voy a buscar... Pero
muchísimas veces empieza afuera, antes de que nos veamos. Empieza con la
calentura que surge en mi a partir de otras cosas que pasan en el afuera y que
no son vos.
“Eh...
No, doctor ¿me está diciendo que me caliente con el aviso donde está la mina con las tetas y
que después llegue a mi casa pensando que voy a coger con mi mujer?. Eso es un
asco...”
así es. Si quieren pensar que es un asco,
piénsenlo. Pero es así. Me erotizo con lo que pasa afuera y es ese erotismo
justamente el que importo a la relación y el que genera el deseo.
Si les molesta importar excitación a su
pareja no lo hagan, serán muy felices y cogerán menos.
Nada es
igual que el deseo del que deseo. Este es el gran afrodisíaco, sobre todo en la
pareja. Por eso es tan importante sentirlo y que se note.
Cuentan
que una mujer llega a un consultorio médico porque tenía tortícolis. Entra con
el cuello torcido, el médico la revisa, le hace una radiografía, no encuentra
lesiones anatómicas y le dice:
-
¿Hace
mucho que lo tiene?
-
No... –
dice la mujer -, hace unos doce o quince años
-
¿Y usted
a que se dedica?.
-
Bueno,
trabajo en una oficina, hago las cosas de la casa...
-
¿Y tuvo
algún golpe?
-
No,
nunca.
El
médico piensa, no sabe que preguntar...
-
¿La
alimentación?
-
Normal,
como todo sin problema.
-
¿Algún
deporte violento?
-
No, nada
juego a las cartas.
Como el
médico ya no sabe que preguntar, le dice:
-
¿Vida
sexual?
-
Normal,
dos o tres veces por semana... él arriba y yo abajo... normal.
-
Bueno,
el arriba y usted abajo o al revés.
-
¿Está
loco?. ¿Cómo veo tele?
Si uno
no es capaz de estar realmente
comprometido con lo que está pasando, la posibilidad de disfrutar del vínculo
sexual no existe.
En una encuesta realizada para el último
informe Hite, los encuestados contestaron a esta pregunta: ¿Cuál es la
frecuencia sexual máxima y mínima que usted considera normal?. Las respuestas
van desde un máximo de una vez por día hasta un mínimo de una vez cada quince
días. Cualquier frecuencia entre estos dos extremos es considerada normal por
la sexología. (Una frecuencia menor como promedio no es anormal ni patológica,
pero es poco. Una frecuencia mayor como promedio tampoco es anormal, pero es
mentira...)
Dos veces por semana es lo que el 70% de las
parejas estables encuestadas refieren como su frecuencia habitual.
En la Argentina, el ritmo según las mujeres
es entre una y dos veces por semana y según los hombres tres o cuatro por
semana. Esto genera dudas sobre la conducta fiel o infiel de los señores o
sobre la necesidad de los hombres de decir que cogemos mas porque nuestra
educación nos dice que entonces somos mas hombres.
Se trata del mito de que los hombres estamos
siempre listos, lo cual, obviamente, no es cierto.
Si queremos hacer algo por la sexualidad de
todo, habría que:
Insistir en que los padres reciban educación
sexual para poder transmitirla. El aprendizaje empieza desde la cuna.
Evitar censurarnos. La censura en el
encuentro sexual es perniciosa. Hay que trabajar con nuestra libertad y con la
que yo llamo autonomía, la capacidad para imponernos nuestras propias normas.
Revalorizar la sexualidad hasta conseguir que
recupere el enorme valor que tiene.
Si tratamos de reprimir la conexión con
nuestro deseo, cada vez somos mas esclavos de el.
En la medida que dejemos ser a nuestro deseo,
en la medida que asumamos nuestra sexualidad como parte de nosotros y no nos
avergoncemos de ello, en la medida que aceptemos nuestras inquietudes, nuestras
fantasías y nuestro encuentro sexual con la persona que nosotros decidamos, en
la medida que podamos vivir esta historia con libertad, sin frenar y sin
reprimir, nuestra sexualidad se va a volver mas libre y vamos a poder dejar de
pensar en ella.
La metáfora que dan algunos iluminados es que
uno puede mantener la mano abierta toda su vida, pero cerrada... apenas un
rato. Tarde o temprano, después de tener
la mano cerrada, vas a tener que aflojar.
Manteniendo abierta nuestra conducta sexual
podremos tener una sexualidad mas sana, mas placentera y, sobre todo, podremos
mejorar nuestra capacidad de entrega.
Si ocultamos, reprimimos y escondemos nuestro
deseo, en algún momento este explotará, se volverá pernicioso y terminaremos
haciendo cosas dañosas para los demás.
¿Qué es normal y que es anormal?. ¿Cuál es el
límite entre lo que se puede y lo que no se puede?. ¿Qué está bien y que está
mal?. ¿Cuál el límite entre lo normal y lo patológico?. ¿Qué cosa es sana y
que cosa enferma?
Yo creo que si los dos están de acuerdo y
disfrutan de lo que está pasando, sin involucrar a quien no quiere
involucrarse, nada, repito, nada es anormal.
Palinuro
de México (fragmento)
Ella y
yo hacíamos el amor diariamente.
En otras
palabras,
los
lunes, los martes y los miércoles
hacíamos
el amor invariablemente...
Los
jueves, los viernes y los sábado s.
hacíamos
el amor igualmente...
Por
último los domingo s
hacíamos
el amor religiosamente.
Hacíamos
el amor compasivamente.
Hacíamos
el amor deliberadamente.
Lo
hacíamos espontáneamente.
Hacíamos
el amor por compatibilidad de caracteres,
por favor, por supuesto, por teléfono,
de
primera intensión y en última instancia,
por no dejar
y por si acaso,
como
primera medida y como último recurso.
Hicimos
el amor por ósmosis y por simbiosis:
Y a eso
le llamábamos hacer el amor científicamente.
Pero
también hicimos el amor yo a ella y ella a mi:
es
decir, recíprocamente.
Y cuando
ella se queda a la mitad de un orgasmo
y yo con
el miembro convertido en un músculo fláccido
no podía
llenarla
entonces
hacíamos el amo r lastimosamente.
Lo cual
no tiene nada que ver con las veces en que yo
me
imaginaba
que no iba a poder, y no podía,
y ella pensaba
que no iba a sentir, y no sentía,
o bien
estábamos tan cansados y tan preocupados que ninguno de
los dos
alcanzaba el orgasmo.
Decíamos,
entonces,
que
habíamos hecho el amor aproximadamente.
O bien a
Estefanía le daba por recordar las ardillas que el tío
Esteban
le trajo de Wisconsin
que
daban vueltas como locas en sus jaulas olorosas a creolina,
y yo por
mi parte recordaba la sala de la casa de los abuelos,
con sus
sillas vienesas y sus macetas rosas,
esperando
la eclosión de las cuatro de la tarde...
así era
como hacíamos el amor nostálgicamente,
viniéndonos
mientras nos íbamos tras viejos recuerdos.
Muchas
veces hicimos el amor contra natura,
a favor
de natura,
ignorando
a natura.
O de
noche con la luz encendida,
o de día
con los ojos cerrados.
O con el
cuerpo limpio y la conciencia sucia.
O
viceversa.
Contentos,
felices, dolientes, amargados.
Con
remordimientos y sin sentido.
Con
sueño y con frío
Y cuando
estábamos conscientes de lo absurdo de la vida,
y de que
un día nos olvidaríamos el uno del otro,
entonces
hacíamos el amor inútilmente.
Para
envidia de nuestros amigos y enemigos,
hacíamos
el amor ilimitadamente, magistralmente, legendariamente.
Para
honra de nuestro s padres, hacíamos el amo r moralmente.
Para
escándalo de la sociedad, hacíamos el amor ilegalmente.
Para
alegría de los psiquiatras, hacíamos el amor sintomáticamente.
Hacíamos
el amor físicamente,
de pie y cantando,
de
rodillas y rezando,
acostados
y soñando.
Y sobre
todo,
y por la
simple razón
de que
yo lo quería así.
Y ella
también,
hacíamos el amor...
voluntariamente
Fernando del Paso
EL AMOR EN LA PAREJA
Hay otro
sendero unos metros a mi derecha. Alguien con quien me encontré me hizo notar
su presencia, corre paralelo a éste pero está bastante mas arriba. Parece si me
tomara el trabajo de llegar hasta allí podría ver algunas cosas que desde donde
estoy no se alcanzan a distinguir (siempre se ve mas allá desde un lugar mas
alto). Me doy cuenta de que escalar no sería una tarea fácil y que aun después
de llegar, caminando a esa altura podrá caerme y lastimarme. También me doy
cuenta de que no estoy obligado a hacerlo.
Sin
embargo me invaden dos emociones, por un lado me frena la sensación del absurdo
esfuerzo inútil, ya que mirándolo desde aquí parecería que los dos caminos llegan
al mismo lugar, por otro me anima, misteriosamente, la intuición de que solo
lograré completarme si me atrevo a transitar el camino elevado. ¿Qué hacer?.
Desde hace mas de medio siglo la sociedad
parece estar enseñando que la pareja es necesariamente una especie de antesala
del matrimonio, éste un pasaporte a la familia y aquélla la garantía del
hospedaje eterno (hasta que la muerte los separe) en una especie de sofisticado
centro de reclusión al que deberíamos ansiar entrar como si fuera la suprema liberación.
h
El mecanismo
propuesto opera así: Uno escoge una pareja, se pone de novio, acuerda
una fecha de casamiento, participa de la tal ceremonia e ingresa con su cónyuge
en una especie de prisión llamada con cierta ironía el “nidito de amor”. Llegados
ahí, uno le echa el primer vistazo sincero al compañero de cuarto. Si le agrada
lo que se ve, se queda allí. Si no es así, empieza a planear su escape de
prisión para salir a buscar otra pareja, rogando tener mejor suerte o
reclamando ayuda para aprender a elegir mejor.
La solución del problema de la insatisfacción
en la vida de parejas desdichadas, planteada modernamente por la sociedad que
supimos construir, es separarse, comenzar otra vez con otra persona mejor para
uno. En otras palabras, para el 80% de todas las parejas, y el 50% de los
matrimonios, que la pareja haya fracasado es la consecuencia de la incapacidad
de cada uno para elegir la persona adecuada.
En la Argentina siempre nos jactamos de ser
capaces de encontrarle un problema a cada solución. el problema que aporta esta
solución es que el cambio de destino carcelario es siempre muy doloroso. Hay
que repartir los bienes, los males, los hijos y los regalos, hay que pasar por
el dolor de abandonar los sueños, hay que soportar perder los lugares y
abandonar a algunos amigos, y como si esto fuera poco, hay que vivir con el
residuo de miedo a la intimidad y con la desconfianza de que las siguientes
relaciones también puedan fallar. Ni que hablar del daño emocional a los otros
habitantes del nido, si los hay. Los hijos, que muchas veces se imaginan que
son de alguna forma responsables de esa
ruptura y otras son arrastradas a
permanecer en el lugar de trofeos disputados, terminarán preguntándose , de
cara a su propio dolor, si valdrá la pena transitar el proyecto de construir
una familia.
Planteado así, el único antídoto para todo
este dolor parece ser lamentablemente, permanecer prisionero, cerrar la puerta
con llave, abrir una pequeña ventana por donde espiar la vida y conformarse con
mejorar un poco la relación matrimonial durante el resto de nuestra existencia,
deseando secretamente que no sea
demasiado larga. En el mientras tanto se
supone que uno aprende a sobrevivir en un matrimonio hueco, a llenarse de
comida, de alcohol, de drogas, de trabajo, de televisión, o de fantasías de
infidelidad.
¿HAY OTRA POSIBILIDAD?
Existe un enfoque de las relaciones amorosas
mas alentador y a mi modo de ver, mas preciso.
La pareja no es un estado inmutable de dos
personas que no cambian. Es mas bien un viaje por un camino elevado psicológica
y espiritualmente que comienza con la pasión del enamoramiento, vaga a través
del escarpado trecho de descubrirse y culmina en la creación de una unión
íntima, divertida, y trascendente, capaz de renovarse en la reelección mutua,
una y otra vez, durante toda la vida.
La construcción de un vínculo de este tipo no
se apoya en la habilidad para poder conquistar al compañero o a la compañera
perfecta ni en la suerte de cruzarse algún día con la persona ideal, sino en el
darse cuenta definitivamente de que:
La creencia heredada del mito del amor como
prisión es falsa.
La pareja no es una prisión, ni un lugar
donde engancharse o quedarse atrapado, sino un camino del desarrollo de ambos. Un camino elevado y
quizás riesgozo. Pero sin duda uno de los mas hermosos y nutritivos caminos que
se puedan escoger.
Redefinir la pareja significa hablar sobre
amor y esto implica saber de que cosas hablamos cuando hablamos de ese
sentimiento en un vínculo tan especial como es el que se entabla entre un
hombre y una mujer que plantean seguir juntos el camino.
Este amor es, como está dicho, un sentimiento
idéntico a los otros amores y, como propuse muchas páginas atrás, se define
como el genuino interés por el bienestar del otro.
En la ensalada de la pareja, sin embargo, lo
vertical de mi capacidad de amar se entrelaza con lo horizontal de mi deseo.
Uno podría analizar el tema de esa mezcla
desde múltiples lugares, podríamos por ejemplo hablar de este amor romántico
pensando sólo en un paisaje hermoso, al lado de la persona amada, mirando el
mar o las estrellas y tomados de la mano, aunque si nos pusiéramos demasiado
poéticos no nos quedarían demasiadas ganas de seguir hablando.
Así que intentemos llegar a un acuerdo desde
un lugar mas reflexivo, empezando por preguntarnos que significa y que alcances
tiene esta atracción hacia otra persona.
EL MISTERIO DE LA ATRACCIÓN ROMÁNTICA
La idea del amor romántico surgió de un eco
filosófico tanto platónico como aristotélico literariamente derivado del poeta
romano Ovidio y sus Ars Amatoria.
Nótese que en la antigua Grecia la mujer estaba destinada a las tareas del
hogar y al servicio del hombre, y por lo tanto no existía el respeto o
sentimiento de consideración para con ella (recordemos que la Atenas de
entonces no carecía en este sentido de
sus propias contradicciones. Por un lado se ufanaba de la ateniense igualdad de
derechos para todos los ciudadanos de la poli
y por otro determinaban autoritariamente que los esclavos, los extranjeros y
las mujeres no tenían ese privilegio simplemente porque no eran ciudadanos). El
griego practicaba entonces el amor de si o el amor a la idea. Amaba la belleza
de hombres y mujeres, pero no a esos hombres y a esas mujeres.
El amor medieval, en cambio, era motivado por
un respeto profundo hacia la dama, por ejemplo, pero no debía ser consumado.
Era etéreo y trascendental y activamente alimentado por actos de caballerosidad
y galantería, en absoluto contraste con la tradicional persecución acosadora de
los apasionados amantes enamorados.
Mas contemporáneamente asistimos a posturas
encontradas con lo que los sentidos nos dicen sobre nuestro interior. El
determinismo físico cree que el mundo se puede medir y determinar y por ende
cada acontecimiento es la consecuencia de los componentes biológicos de la
química del cuerpo humano. Por este mismo camino, los genetistas invocan la
teoría de los genes que forman los criterios determinantes en lo sexual o en el
tipo de elección romántica. Algunos neurobilogistas reducen todos los exámenes
del amor a la motivación fisicoquímica del impulso sexual.
Muchos conductistas dicen que el amor no es
otra cosa que una respuesta emocional frente a otro por quien se siente
físicamente atraído, y que por ello la acción de amar abarca gran parte del
comportamiento, inclusive cuidar, escuchar, ocuparse de alguien, preferir a
otros.
El expresionista considera el amor como la
manifestación de un estado interno hacia el amado que, no importa cómo se
manifieste (palabras, poesías, regalos, presencia, cuidados), tendrá como
finalidad el alivio catártico del enamorado. El placer de poner en acción mi
sentimiento mas allá del otro.
TEORIA DE LA PRESERVACIÓN DE LA ESPECIE
Últimamente, siguiendo el estilo de cómo se
encaran las nuevas investigaciones, científicos de varias disciplinas han
estado trabajado convergentemente para profundizar nuestro entendimiento del
amor en la pareja, y de cada área de investigación se han derivado valiosos
conocimientos. Los biólogos aportaron que hay una cierta “lógica” relacionada
con la elección de pareja. Los hombres se sienten naturalmente atraídos por
mujeres jóvenes, de piel suave, ojos brillantes, cabello brilloso, buena
estructura ósea, labios rojos, mejillas rosadas y senos turgentes, no en razón
de lo que está de moda sino porque estas características indican una buena
salud y buen nivel hormonal, signos de que una mujer se encuentra en el mejor
momento para procrear. Las mujeres escogen a su pareja desde otros lugares.
Como la juventud y la salud física no son esenciales para la función
reproductiva masculina, las mujeres instintivamente prefieren parejas con
características de asertividad manifiesta, la capacidad para dominar, la
resistencia emocional, y sus habilidades económicas. La suposición es que estas
son las garantías de la supervivencia del grupo familiar.
Sin embargo, aunque los factores biológicos
desempeñan un papel clave en nuestros intentos amorosos, el amor debería ser
mas que esto.
TEORIA DE MERCADO DE VIRTUDES Y DEFECTOS
La idea básica de la teoría de intercambio es
que elegimos la pareja pensando que se adaptará a nosotros. Evaluamos y nos
fijamos mutuamente en el atractivo físico, el nivel económico y el rango social
de cada uno, lo mismo que en varios rasgos de la personalidad tales como la
amabilidad, la creatividad y el sentido del humor. Con la velocidad de un
computador, sumamos las clasificaciones y si los números son aproximadamente
equivalentes, una luz verde se enciende y avanzamos. Según los psicólogos
sociales, no solamente nos interesan la juventud, la belleza, y el rango
social, sino la totalidad de la persona. Por ejemplo, el hecho de que una mujer
se encuentre pasada de años o de que un hombre tenga un trabajo de baja
categoría puede compensarse por el hecho de que el o ella sean personas
encantadoras, inteligentes o comprensivas.
TEORIA DEL RECONOCIMIENTO
Una tercera idea agrega otra dimensión al
fenómeno de la atracción. La teoría de la búsqueda del reconocimiento sostiene
que el factor importante en la elección de pareja es la forma en que la
relación con ese otro podría incrementar nuestra valoración de nosotros mismos.
La pregunta que surge en este momento es: ¿Cómo afectará a mi ego el hecho de
estar con esta persona?. Todos hemos experimentado orgullo cuando la presa mas
apetecible de la reunión finalmente salía del salón con nosotros.
A este valor adicional que me confiere ser
elegido por el que es codiciado por otros lo voy a llamar la búsqueda del
placer narcisista de la relación. El reclamo de una mirada privilegiada,
selectiva y puntual que quizás empezó con la necesidad de ser el preferido de
mis padres y sobre todo el amado de mi madre. Porque la mirada de la madre no
es reemplazable. Tanto para los hombres como para las mujeres, la madre
representa la única persona con quien alguna vez fuimos uno.
A partir de esta idea, Lacan cree que
finalmente la búsqueda permanente del ser humano es la de alguien que me pueda
dar lo que alguna vez tuve de mi madre, ser uno con el otro.
Su planteo es que en cada persona que
encontrábamos buscamos este amor incondicional que creemos haber tenido con
ella y la unión de nuestra vida intrauterina.
Por eso dice Lacan: “El amor es pedirle un
imposible a alguien que no existe”.
Es decir, te imaginás que el otro es que no
es ya ese alguien imaginario le pedís algo que es imposible: que sea uno con
vos, que seas mas importante en su vida que el mismo.
En definitiva, ser tan imprescindible para su
existencia, que nunca te pueda abandonar...
TEORIA SOCIAL
Desde
el punto de vista sociopolítico, pueden verse incluso al amor como una
instancia de la dominación social de un grupo (hombres) sobre otro (mujeres), y
esto se refleja en el idioma y la etiqueta socialmente construida. La teoría es
a menudo atractiva para las posturas radicalizadas del feminismo, el cual
plantea el amor romántico como un subproducto del patriarcado y, análogamente a
la definición marxista de la religión (el opio de los pueblos), llega a decir
que el amor es el opio de las mujeres y considera las relaciones sociales
(familia, costumbres, idioma, política, instituciones) como reflejo de las
estructuras sociales mas profundas que dividen a la gente en clases, sexos,
carreras y ni que decir de la moda.
TEORIA DEL ENRIQUECIMIENTO ESPIRITUAL.
La visión espiritualista del amor incorpora
las nociones místicas de todos los
tiempos y culturas. Encontramos al otro con quien compartimos la sensación de
ser incompletos y nos valemos de nuestras ventajas para completarnos, para complementarnos,
para formarnos. El contacto con el otro nos permite indagar en nuestras
carencias, buscar, formarnos, darnos cuenta, cambiar, crearnos, descubrirnos
mejores.
La pareja permite que yo descubra y tenga el
placer de ayudar a que el otro se descubra.
La
pareja constituye, pues, un encuentro privilegiado en mi camino hacia mi mismo, un encuentro simultáneo con lo otro y
con lo mismo. Se parte de uno para llegar a la unidad.
El encuentro en pareja da lugar a la novedad,
un espacio compartido que propicia el conflicto y la creación de nuevos
paradigmas.
Si, como ya dije, el encuentro con el otro es
siempre una nueva oportunidad para encontrarse con uno mismo, el vínculo de
pareja es en ese sentido el mejor de los encuentros.
En este encuentro los dos marchamos hacia la
meta de la individualidad pero juntos.
TEORIA DEL 1 + 1 = 3
El
amor saca de su aislamiento a la personalidad individual conduciéndola a
“nosotros” de la completud. La idea de la media naranja, fantasía de la pareja
como una unidad, se apoya en esta concepción de ser uno con el otro, de que los
dos renunciemos a nuestra identidad para construir un yo superior mas elevado y
poderoso.
Platón cuenta que los seres humanos fueron
alguna vez mitad masculinos y mitad femeninos, de hecho tenían dos caras,
cuatro manos y genitales de ambos sexos. Esta unidad, parece ser, los volvía
extremadamente poderosos, y estos hermafroditas empezaron a desafiar a los
dioses. El Olimpo no era un lugar donde vivían deidades capaces de tolerar las
rebeldías, así que los dioses decidieron matar a los humanos. Cuenta el mito
que a último momento una toma de conciencia narcisista los frenó: “Si los matamos a todos no habrá quien nos
adore y nos ofrezca sacrificios”. Zeus ideó la solución: “Cortaré a cada uno de
los humanos en dos mitades con vida propia, así su fuerza disminuirá y no habrá
mas desafíos”. La idea fue aplaudida y la escisión tuvo lugar. Apolo volvió
invisibles las heridas. Y los humanos divididos en hombres y mujeres empezaron
a poblar la tierra. Sin embargo, cuenta la leyenda que el esfuerzo de todo el
Olimpo no puedo evitar que quedara algo del recuerdo de aquella unidad y que
por eso los seres humanos siguen buscando permanentemente su otra mitad, para
recuperar su fuerza y completud.
En esta teoría buscamos acercarnos a aquellos
que percibimos que serán capaces de sacrificar su identidad a cambio de que
nosotros hagamos lo propio en beneficio de la constitución de la pareja.
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