sábado, 26 de diciembre de 2015

Signo visible de la presencia de Cristo.



A la luz de la carta a los hebreos en qué se asemeja el sacerdocio hebreo con el de la actualidad, diferencias, que le supera?
Todo sumo sacerdote es escogido de entre los hombres. Él mismo es nombrado para representar a su pueblo ante Dios, y ofrecer dones y sacrificios por los pecados.  Puede tratar con paciencia a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está sujeto a las debilidades humanas.  Por tal razón se ve obligado a ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como también por los del pueblo.
 Nadie ocupa ese cargo por iniciativa propia; más bien, lo ocupa el que es llamado por Dios, como sucedió con Aarón.  Tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino que Dios le dijo:
Tú eres mi hijo;   hoy mismo te he engendrado. Y en otro pasaje dice: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
Como los textos lo expresan hoy mismo te he engendrado, cuando un sacerdote es ordenado hace unas promesas, con el tiempo quizá su vocación con la que inicio su ideal, van terminando por ello va perdiendo el sentido de su llamada, por tanto hay diferencia entre el sacerdocio del que se habla en libro a los hebreos, debido a que a veces no se sirve sinceramente a Dios, hay muchas indiferencias y bastante lejanía entre algunos sacerdotes con sus fieles.  Quizá el sacerdocio que presenta hebreos a Melquisedec supere al sacerdocio de la actualidad, porque este era un sacerdote de justicia de paz.

¿Qué se tendría que asumir o cambiar?
En la actualidad el sacerdote debería asumir una postura de ser un hombre de mucha oración, cercano a su pueblo, vivir en constante renovación, conversión, ser un evangelio viviente más aun hoy que vivimos en un mundo lleno de contradicción, por eso debe ser signo visible de la presencia de Cristo con su testimonio auténtico.

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