Esta es la frase célebre más conocida por el Dr. Pedro Joaquín Chamorro;
Director del Diario "La Prensa" de Nicaragua asesinado a las 8:20 de
mañana del 10 de Enero de 1978, de tres disparos de escopeta 12, por mercenarios a sueldo contratados por los
órganos de seguridad de la Dictadura Somocista.
Pedro Joaquín Chamorro, fue un hombre muy tenaz y de pensamiento de gran
alcance, su forma de razonar, lo llevo a ver más allá de la realidad subjetiva,
este hombre comprometido no escatimo, en hacer lo que su conciencia le dictara,
fue un hombre astuto y audaz, por ello la frase de “Cada uno es dueño de su
propio miedo” Una verdad muy acertada, él quería una libertad plena, que la
realidad fuera como es.
Interpretando este pensamiento, él quería que los acontecimientos transcurrieran en su curso normal es decir,
todo debe surgir de manera autónoma siguiendo las leyes propias, fríamente lógicas, independientemente de los deseos,
cuando los sentimientos quieren que las cosas sean o sucedan en forma distinta
a como están siendo o sucediendo, en ese contexto Chamorro nos lega esa frase
célebre, porque quiere exhortar que no hay obstáculos que nos puedan paralizar,
sino que la libertad está en nuestro propio interior, para no dejarnos
intimidar, especiales de quienes hemos optado por esta apasionante carrera
comunicación Social.
Pedro Joaquín en esta frase nos dice que en la vida podemos reaccionar de
dos formas, aceptando la realidad con alguna relativización del sentimiento, o
nos podemos ir al otro extremo absolutizando el sentimiento, con la consecuente
distorsión o negación de la realidad, esta frase nos ayuda a saber tomar
posturas ante las tiranías de aquellos que intentan coartar nuestra libertad, Pedro
Joaquín seguramente expresó, esta frase
de manera sabía y con una razón acertada, con un enfoque de fidelidad a la
verdad, no somos plenamente libres cuando actuamos en contra de la libertad de
la que todos los seremos humanos gozamos y que nadie nos las puede arrebatar.
Se llega a verdad, partiendo de la objetividad y sin tener miedo, ya que el
miedo paraliza.
Cada día nos encontramos con diferentes adversidades y obstáculos que
querrán impedir nuestra labor, no obstante debemos enfrentar a estos enemigos
de la verdad, como lo hizo Chamorro ofrendando su vida por amor a la verdad.
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