miércoles, 15 de marzo de 2017

Cantidad no es igual a calidad.


Se ha iniciado esta nueva semana, teniendo sobre la agenda las protestas que realizan grupos de estudiantes de la Universidad Autónoma de Nicaragua (UNAN).
Los tiempos pasan a velocidad, y con ello autoridades universitarias han decidido fusionar algunas carreras con otras, es decir movilidad de estudiantes a otras aulas, lo que realmente afecta de manera significativa el aprendizaje académico de los estudiantes.
Allan Martínez, Presidente de UNEN, aseguro al Canal de Noticias de Nicaragua CDDN23, de manera categórica que su protesta radica de manera fundamental en el cambio arbitrariamente  tomado por el secretario académico, sin consentimiento del Consejo Universitario único ente capaz de hacer modificaciones.
Es evidente que las modificaciones  afectan de manera directa e indirectamente la formación académica y pedagógica. En el transcurso de mi preparación académica, he vivido desde el año 2013, el fenómeno de la rotatividad de aulas según la clase… Un fenómeno que lo he bautizado tener cantidad, y no calidad, es decir tengo 70 estudiantes en una aula, y no 25, porque simplemente tener 25 por aula, eso genera contratar más docentes lo que significa que las Universidades solo apuntan a su capitalización, y no a la calidad de educación.
Comparto el pensamiento de Allan Martínez  líder de UNEN,  porque solo cuando se es crítico, reflexivo y se plantean cambios será posible  armonizar la calidad de educación, máxime en un país donde nuestra educación es deficiente.
Con espíritu pacifico, Allan Martínez,  reto de manera humilde, con espíritu humano y con sensatez, a las autoridades universitarias a buscar una salida a lo planificados por la UNAN.
Estos y otros temas de actualidad, de los que no escapamos quienes somos formando debe invitarnos tomar conciencia de ello, ya que según la postura que tomemos así incidiremos en los aprendizajes, y eso nos debe comprometer, para aspirar a un mejor nivel de calidad en la educación.
Los estudiantes somos el presente y el futuro de la transformación de la sociedad, no somos seres robotizados, extraños, ajenos a los acontecimientos de nuestra sociedad nicaragüense, cuando somos capaces de cuestionar, viviremos con pasión y determinación nuestras profesiones, y así convertirnos en personas útiles a la sociedad que cada vez se vuelve más competitiva.

Así que en resumen educar no es imponer.

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